En junio pasado Plan B publicó un informe con opiniones y algunos datos que refuerzan la teoría, creciente, de que la desregulación yerbatera es en el fondo un plan para que muchos colonos malvendan sus chacras y se produzca un proceso de concentración de tierras entre quienes tienen dinero.
Hace casi 150 años, Misiones padeció el reparto de casi 2/3 de su territorio entre apenas 38 familias amigas del poder. El periodista de Plan B, Patricio Downes, realizó el valioso hallazgo de un mapa de la época en las oficinas del Archivo General de la Nación, que ilustra ese reparto entre las familias de la elite, algo que generó problemas que persisten hasta el día de hoy, en un territorio donde ya hace tiempo las nuevas generaciones no pueden acceder a la tierra.

Este domingo, tras la ratificación hace dos semanas en las urnas de las políticas de Milei (que también ganó con claridad en Misiones) y tras la confirmación del Gobierno Nacional que la desregulación yerbatera y sus efectos son bien conocidos y buscados (récord de exportaciones, apuntalados por el bajo valor de la hoja verde, destacó en el Congreso, el N°2 de Sturzenegger), volvemos a plantear esa mirada, como forma de sumar al debate. Plan B invita a todos, a que sumen sus voces y miradas sobre esta cuestión, escribiendo al mail ([email protected]) y publicaremos también sus comentarios.
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“Viene por las chacras: Crece la teoría de que la desregulación yerbatera es, en el fondo, un proyecto de concentración de tierras
Hace casi 150 años, 38 familias se repartieron un total de 2.101.000 hectáreas de las 2.980.000 que constituyen el total de la provincia de Misiones.
En un trabajo de investigación periodística para Plan B, Patricio Downes tras una larga búsqueda halló en los archivos del Archivo General de la Nación, en la Capital Federal, un valioso mapa con la división de los terrenos del entonces Territorio Nacional de Misiones entre aquellos 38 privados (ver El mapa…).
En su mayoría, eran familias adineradas que arreglaron el negocio con el gobernador Rudecindo Roca, hermano del presidente Julio A. Roca.
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Hoy, 144 años después, con la creciente crisis que afrontan los pequeños productores yerbateros producto de la desregulación, empiezan a alzarse las voces y las teorías, de que en el fondo el cambio de política no tiene que ver con el negocio yerbatero en sí, sino con un proyecto más profundo detrás: la apropiación de la tierra que en su momento se distribuyó entre los colonos.
Hugo Sand habla con la cadena alemana Deustche Welle: “Vienen por la tierra”, dijo.
Es decir, la desregulación no tiene tanto que ver con una mayor ganancia para los industriales molineros (que afrontan hoy una fuerte baja del precio real en góndola) sino con el éxodo rural desde las pequeñas chacras, que van a ir cambiando de manos a medida que los colonos se quedeen sin espalda para subsistir.
El diario Primera Edición sacó (el lunes 16 de junio) en tapa una noticia que da cuenta de la creciente cantidad de chacras que se ponen a la venta, como consecuencia de la crisis yerbatera. El productor ya no puede sobrevivir y pone a la venta su único capital, su tierra.
Plan B también escucha cada vez más sobre estas operaciones, así como también la compra de tierras por parte de grandes capitales extranjeros. Un dato: Misiones y Corrientes son dos de las provincias con mayor proporción de su territorio en manos foráneas. El DNU 70/2023, que también desreguló la yerba, buscó también derogar la Ley de Tierras, que pone un tope del 15% del territorio rural de una provincia en manos extranjeras.

En el mes de abril, en una entrevista con la cadena Deutsche Welle que vino a cubrir la crisis yerbatera a Misiones, Hugo Sand lo planteó en forma directa y sin que quedaran lugar para las dudas.
“El objetivo último es un proyecto político de expropiación, ellos vienen por la tierra”, dijo Hugo Sand, quien volvió a repetirle esta mirada de fondo, sobre lo que hay detrás de la desregulación yerbatera, en el informe que publicó en junio Primera Edición.

“Es así, hay un proceso de concentración de tierras y lamentablemente la gente no ve esa realidad, la historia se repite, es un modelo que prioriza las importaciones y destruye la producción”, dijo este domingo Jorge Skripczcuk, pequeño productor de Aristóbulo del Valle y coordinador del grupo “Impulso Yerbatero”, que nuclea a cientos de productores y que sirve para intercambiar información y coordinar acciones para defender al yerbatero.
Como consecuencia del bajo precio de la hoja verde, los colonos no pueden cubrir los gastos, sobreviven de forma cada vez más dificultosa y empiezan a desalentarse y a poner sus chacras a la venta.
Como ya se mencionó, hace tiempo que algunas empresas y empresarios están adquiriendo tierras, según pudo conocer Plan B de diversas fuentes.
Por ejemplo, los dueños de ACON Timber, el aserradero más grande del país, comenzaron a adquirir chacras en pequeños lotes hace un tiempo. A la empresa de capital austríaco no le está yendo tan bien en el negocio corriente, ya que la forestoindustria está atravesando uno de los peores momentos y esta empresa no escapa a las generales del sector.
Las grandes ganancias en épocas de crisis no se concretan con los negocios corrientes, por ejemplo, una industria yerbatera vendiendo más yerba o una forestoindutria, más madera.
En el mundo de los negocios en épocas de crisis, activos muy valiosos cambian de mano a precios de ganga. Pasó por ejemplo con la adqusición de Celulosa Argentina, un gigante forestoindustrial, por apenas 1 dólar y la deuda asumida (pasivos que ahora el nuevo dueño, financista, buscará renegociar con importantes quitas).
¿Y cuál es el activo más atractivo? Uno de los principales activos es la tierra, que cambia de manos y, más adelante, en otro ciclo económico, se realizan esas ganancias vendiendo esos activos.
Es decir, no hay que pensar que alguien compra 10 chacras porque piensa que puede hacer dinero produciendo mucha hoja verde de yerba, sino haciendo un “pasamanos” con la tierra, con fuertes ganancias.
Hay que tener en cuenta, también, que la moneda de refugio por excelencia, el dólar, está en crisis a nivel mundial y perdiendo valor rápidamente en los últimos años, como producto del proceso de inflación en la potencia número 1 del mundo y en el resto de los países industrializados.
Un caso patente fue la llegada de Central Costanera, empresa que cotiza en Bolsa, a la compra de forestaciones hace tres años. Lo hizo aprovechando la crisis de la Argentina, el cepo y las dificultades que afrontaron otras empresas.
Le compró a Masisa primero 72.000 hectáreas de pinos y eucaliptus en Entre Rios y Corrientes.
“Son 70 millones de dólares por 72.000 hectáreas y 42.000 de ellas forestadas. Eso da menos de 1.000 dólares por hectárea y muchas de ellas forestadas, el precio es una verdadera ganga”, señaló entonces un experto, a Plan B.
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Más tarde, CECO2 (como se conoce a Central Puerto en la jerga bursátil) dio otro batacazo y se quedó con las 88.000 hectáreas del Fondo de Inversión de la Universidad de Harvard (Evasa).
Central Costanera se transformó entonces en el dueño de la mayor cantidad de tierras forestadas de capitales argentinos. Un dato: sus dueños son Eduardo Escasany (uno de los dueños del Banco de Galicia), Nicolás “Nicky” Caputo (el amigo del alma de Mauricio Macri) y Carlos Bemberg.
Justamente Bemberg, es nieto de Otto Bemberg, el empresario alemán que fundó Quilmes y Puerto Bemberg. Acá en Misiones supo tener yerbales, obrajes y forestaciones. Los Bemberg fueron una de las familias beneficiadas con aquél reparto que se realizó hace casi 150 años.
La tesis de Gortari, ex decano de la UNaM
En una ponencia que realizaron el ex decano de la UNaM, Javier Gortari, y Leonardo Bastida, para la XVI Jornadas Nacionales de Investigadores en Economías Regionales, plantearon con toda claridad la cuestión de la concentración de tierras como objetivo último de la desregulación yerbatera.
El trabajo analizó el impacto del DNU 70/2023 que le quitó postestades regulatorias al INYM.

Incluso Gortari y Bastida le quitan importancia a la cuestión de si la industria yerbatera gana más con el nuevo esquema, y plantea como fin último, el tema de la concentración de las tierras.

“Más allá de la disputa por la renta yerbatera, que es histórica, pero de menor peso relativo en la política nacional de los grandes negocios, no pecaríamos de “mal pensados” ni de “conspiranoicos”, si entendemos que el golpe de gracia a la regulación yerbatera viene de la mano de un megaproyecto forestal que necesita disponibilidad de tierras forestables para sustentarse”, plantearon Gortari y Bastida (la ponencia completa en el siguiente link).
Link a la ponencia de Gortari y Bastida sobre las consecuencias de la desregulación yerbatera.
GT2_GORTARI ponencia Y.Mate (2)
Qué pasó en los 90
Tanto Sand como Gortari, se refieren a un proceso similar que hubo en los 90 cuando con la desregyulación yerbatera las chacras se empezaron a vender a precios de remates.
“En el año 2000 fui contratado por una empresa para comprar terrenos de colonos fundidos por parte de una empresa forestal. Se pagaba 1.000 dólares la hectárea. Éramos 4 o 5 compradores que trabajábamos para empresas que compraban, recuerdo haber comprado una chacra de 150 hectáreas con una hermosa casa de 200 m2, con todos los servicios”, explicó a Plan B, un experto en cuestiones forestales con más de 20 años de trayectoria.
“Ni bien tomamos posesión del inmueble, la casa y todas las instalaciones anexas (galpones y guarda ganados) fueron demolidos y no fue el único caso. Hoy comunidades que otrora fueron grandes conglomerados de chacras son solo forestaciones”, relató, sobre aquél proceso de finales de los 90.
Qué dice “Cacho” Bárbaro
Al igual que Sand y Gortari, el flamante diputado provincial electo, Héctor “Cacho” Bárbaro explica que esto “ya paso en la década del 90 con la eliminación de la CRYM, se quedaron con las tierras de los colonos de la zona Norte”.
“Hoy el tabaco se cobra a 60 días la yerba a trecientos ,es una burla con el que produce. Urgente debemos armar una ley provincial para proteger al pequeño productor, esa ley debe contemplar la cupificacion de los grandes yerbateros y limitar la plantaciones”, propone, quien el próximo 10 de diciembre ingresará a la Legislatura provincial por el PAYS.
Plan B/ 16-6-2025

