Las marcas de ropa argentinas aumentaron la cantidad de prendas importadas que ofrecen a clientes hasta un 80%, cuando hace un año este componente representada apenas el 20%, informó el diario El Cronista.
En ese sentido, los impuestos nacionales, provinciales y municipales corresponden al 50,3% del precio de una prenda, con casos de doble tributación como Ingresos Brutos, que se paga en la provincia de origen y de destino. “De $ 100.000 que, por ejemplo, sale una remera, $ 50.300 se lo lleva el Estado en recaudación”, graficó ProTejer.
Ahora, un 12,7% se va en alquileres, un 12,2% en comisiones de servicios de bancos y fintech por la oferta de cuotas y promociones, un 9% en logística y comercialización, y un 2,5% en publicidad y diseño.
Situación similar a la que vive la marca Rafina, que está importando las prendas ya terminadas directamente de China. El año pasado, solo compraba al exterior algunos productos. Entre el 70% y el 80% de lo que vende la marca es importado y el costo es la mitad del de producirlo en el país.

Alejandro Pernas, CEO de Sastrería González y vocal en la Cámara de la Industria Argentina de la Indumentaria (CIAI) reconoció la situación que atraviesa el sector: “Tenemos el retraso cambiario más importante de los últimos 20 años. Esto hace que salga la mitad traer las prendas ya terminadas de China que producirlas en el país”.
La marca incrementó el número de productos finales importados en la temporada otoño-invierno comparado al año anterior. “Estamos trayendo un 30% de la mercadería de China. El año pasado, prácticamente, el 100% de lo que vendíamos se hacía en el país”, dijo el especialista.
La sastrería, que apuesta a un mercado de alta costura, es una excepción de lo que está ocurriendo hoy en la industria. “La mayoría de las empresas que están en la cámara están importando entre el 70% y el 80% de lo que venden”, agregó Pernas.
En el Grupo Altatex dueño de las marcas Como Quieres, Cheeky y Awada, reconocieron que este año incrementaron las importaciones. “Estamos en torno al 30% para las marcas Como Quieres y Cheeky. El número era muy inferior el año pasado”, aseguraron.
Lo cierto es que con la reducción de aranceles a la importación que dispuso el Gobierno de Javier Milei, los fabricantes ven un panorama complejo. “Si los costos de producción son más altos que el avance del tipo de cambio, esto perjudicará a la industria nacional con pérdida de competitividad e impactará en el número de puestos de trabajo para 2025″, concluyó el informe de ProTejer.
Por último, Drescher explicó: “los costos impositivos son los mismos para los productos importados que para los nacionales. Pero al traer productos de China la prenda ya de por sí es más económica que si se produce en el país. Esto abarata los costos y mejora la rentabilidad”, concluyó.
Baja impositiva para importados
Este escenario es complejo para los fabricantes nacionales. Pero podría ser aún peor de concretarse el anuncio del Gobierno que busca reducir los aranceles a las importaciones de indumentaria y calzado.
Según explicó Caputo en su cuenta personal X “a partir de un Decreto que se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial, serán reducidos los aranceles de ropa y calzado, que pasarán de 35% a 20%; de telas de 26% a 18%; y de los distintos hilados de 18% a 12, 14 y 16 por ciento”.
Para la CIAI, la baja de aranceles anunciada por el Gobierno “destruirá miles de empleos y empresas nacionales”.
En un comunicado le exigen al “Gobierno que cumpla primero con sus promesas de bajar impuestos, cargas sociales, frenar la industria del juicio, bajar los altos costos financieros y levantar el cepo”.
“Esta medida favorece la competencia desleal de productos importados, que ingresan a nuestro país a precios irrisorios debido al dólar barato y a los costos laborales e impositivos que enfrentan en los países asiáticos donde se fabrican. Para peor, esta medida se implementa sin ningún tipo de medidas compensatorias para la industria local, que enfrenta una mayor presión impositiva y de cargas sociales, que en los países competidores”, agregó el comunicado.
Por último sostuvo que “los países asiáticos que más exportan textiles y ropa, como China, India y Bangladesh, subsidian a su producción y a sus exportaciones, y tienen salarios extremadamente bajos”.