Por Martín Boerr
Hay una frase en el mundo empresario que reza: “para ganar dinero, tienes que gastar dinero”.
Y algo de eso le pasa al Instituto Nacional de la Yerba Mate que tendrá el mes próximo que adjudicar el contrato más importante del cual depende su funcionamiento, sin el cual no podría recaudar ni un peso para vivir: la impresión de la estampilla que certifica el pago de la Tasa de Inspección y Fiscalización.
El INYM espera gastar 2.000 millones de pesos o más, y este monto podría terminar resultando un valor de entre el 20 y el 50 por ciento de los fondos totales que manejará el organismo para el año entrante.
Porque si bien ese gasto multimillonario es fundamental para que el INYM consiga los fondos para funcionar, al mismo tiempo, podría ser una gran amenaza en el caso de que la Secretaría de Agricultura de la Nación no le aprueba una actualización acorde del valor de la estampilla. Ambas cosas deberían resolverse en noviembre.
En los 10 meses que van del Gobierno de Javier Milei, la Secretaría de Agricultura se dedicó a ignorar olímpicamente al INYM, al que jamás le nombró a un Presidente. Hoy la estampilla tiene un costo de 18,20 pesos hasta el 31 de octubre que se incrementará a 25 pesos a partir del 1° de noviembre, según la aprobación de incremento escalonado que realizó el organismo el año pasado, cuando dependía de Sergio Massa.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) llamó a mediados de septiembre a licitación pública para mandar a imprimir las estampillas que lleva cada uno de los 400 a 500 millones de paquetes de yerba mate que se despachan en la Argentina cada año.
Se resolverá el 12 de noviembre
Las empresas interesadas en quedarse con ese contrato tienen hasta el 11 de noviembre para presentar las ofertas, y el concurso se definirá un día después. Por lo elevado del contrato, el INYM que se rige por la Ley Administrativa de Misiones, no puede hacer una compra directa ni un concurso o licitación privada, sino que está obligado a realizar la licitación pública.
Según los detalles de la licitación 1/24, la estampilla que certifica el pago de la “Tasa de Inspección y Fiscalización” insumirá aproximadamente 2.000 millones de pesos, siendo el tercer mayor gasto del organismo yerbatero, solo superado por el pago de sueldos y el presupuesto de promoción y ferias.
Con un salvedad: el gasto en sueldos y, sobre todo, en promoción, han sufrido importantes recortes en estos últimos 10 meses, mientras el gasto en la impresión de la estampilla del INYM es notablemente inflexible.
Se mandarán a imprimir un total de 500 millones de estampillas, en los cuatro colores correspondientes a cada uno de los formatos: envases de 1/4 kilo (verde), medio kilo (azul), 1 kilo (rojo) y 2 kilos (amarillo). La medida es de 2 x 2,5 centímetros, aunque el INYM también mandó a cotizar la medida de 1,2 x 2,5 centímetros (que por ahora no se está usando).
En los pliegos, el INYM explica que “se estima un consumo mensual de 42 millones de estampillas”. Con lo cual, las entregas (y los pagos) serán graduales a medida que la imprenta va cancelando la orden. Para el organismo yerbatero es vital porque si no se le complicaría encontrar fondos para cancelar en una sola vez todo el trabajo.
¿Por qué es tan caro imprimir la estampilla? Según explicaron a Plan B, fuentes del organismo, se debe a las estrictas medidas de seguridad que tiene la misma, sumado a que casi todos sus componentes, salvo el papel, son importados. El pegamento es especial, diseñado para que la estampilla no sea despegable fácilmente. La tinta también se trae de afuera.
“Al menos tiene cinco medidas de seguridad la estampilla”, explicó un director a este diario. En gran parte, las exigencias de la impresión no son muy distintas a las de un billete de 1.000 o 10.000 pesos. La estampilla está diseñada para que, si alguien quiere despegarla, además de hacer la tarea muy difícil, que no salga entera de una pieza.
El año pasado, ante la fuerte suba del dólar y la incertidumbre preelectoral, el INYM tuvo que hacer algunas compras puntuales directas porque los proveedores pedían cifras exhorbitantes para cubrirse ante una eventual devaluación o disparada de la inflación.
Exclusivo: El presupuesto del INYM, sueldos, ferias y promoción, y estampilla, se llevan el 80%
En la última licitación se presentaron 2 empresas y la ganadora fue Ramón Chozas SA, una imprenta muy reconocida de la Capital Federal que también hace los cheques para buena parte del sistema bancario y tiene una división de papelería escolar (marcas Húsares y Capitolio).
Los filtros y auditorías para acceder a este trabajo son varios, y otra muestra de la exigencia para acceder a este contrato es el valor de los pliegos, de 500.000 pesos.
Plan B/ 21-10-2024