En el octavo día de acampe de efectivos retirados y en actividad de la Policía de Misiones, las partes están buscando los caminos para armar una nueva oferta salarial, que sea la tercera y definitiva y logren levantar la protesta que comenzó el viernes pasado a la madrugada.
Pese a las negociaciones, el Gobierno provincial suspendió los actos oficiales por el 25 de mayo.
Los Obispos de Misiones y los empresarios nucleados en la CEM, pidieron a las partes dialogar y llegar a un acuerdo, así como otros sectores de la sociedad, que piden paz social en estos momentos difíciles para todos.
Ayer en horas de la tarde apareció un nuevo negociador por parte del Gobierno, el comisario Marcelo Gentile, de buena llegada a Ramón Amarilla y Darío Palavecino, los dos suboficiales retirados que son las caras visibles de un grupo mayor de referentes que tienen también la misión de bajar las expectativas de las bases.
La estrategia es que entre Gentile y los referentes puedan alumbrar un número “mágico” de incremento salarial y con un acuerdo que tenga probabilidades de ser aceptado, marchen por tercera vez a la Jefatura de la Policía, distante a 10 cuadras, para terminar de sellar el acuerdo.
El Gobierno de la provincia ya liquidó los sueldos de la Policía de Misiones con un incremento de 15% que tenía decidido de forma unilateral antes de que estallara el conflicto. Sin embargo, el último lunes propuso elevarlo a 20% y ayer, en un nuevo intento por terminar con la protesta, realizó un nuevo ofrecimiento del 30% de incremento salarial.
Por la noche, los docentes de gremios disidentes y autoconvocados, que están acampando también en la Avenida Uruguay, en un sector distante a una cuadra del Comando Radioeléctrico I, protagonizaron una ruidosa marcha hasta la Legislatura, que incluyó incidentes como el derribo de las vallas, piedrazos contra los vidrios y la reacción de los efectivos antimotines, que tiraron gas pimienta.
Otros marcharon a la casa del gobernador Hugo Passalacqua en la calle 25 de Mayo casi San Martín para manifestar su descontento, en la escalada más grande de virulencia del conflicto entre el Gobierno y los estatales desde el domingo a la mañana, cuando efectivos de la policía llegaron a intercambiar empujones y algunas trompadas con agentes de fuerzas federales como la Prefectura y la Policía Federal.
Este viernes las protestas siguieron, aunque sin desbordes. Un grupo de docentes marchó hacia el puesto de la Agencia Tributaria de Misiones en el acceso a la provincia por ruta 14, en el límite con Corrientes, y bloqueó la entrada a los puestos donde los camiones hacen el pago del anticipo a cuenta de Ingresos Brutos.
Este polémico sistema de recaudación, conocido como la Aduana Paralela, es considerada una de las formas más agresivas de recaudación fiscal y sólo sucede en la provincia de Misiones, que aprovecha sus características geográficas que le permiten controlar todo camión que entra o sale con mercadería instalando puestos similares en cuatro rutas, las nacionales 12 y 14 y otras 2 rutas provinciales.
“No nos alcanza con lo que se firmó el gremio UDPM, acá somos de Alem, Itacaruaré, Mojón Grande, Campo Viera, Zona Sur y Centro, bloqueamos el ingreso a la entrada de Rentas, los camiones cruzan sin pagar como protesta o para que el Gobierno nos escuche”, explicó una docente en diálogo con el sitio Enterate. “Hay docente en toda la provincia, hay varios cortes en toda la provincia, hacemos colega entre varios para venir hasta acá, hay cortes en Eldorado, Iguazú, San Vicente”, explicó.
Obispos piden diálogo
También, en un intento por calmar la virulencia, los obispos de Misiones emitieron una carta abierta instando a las partes al “diálogo”. “En situaciones complejas como la que atravesamos, hay que evitar alimentar la confrontación y hay que propiciar el modo más sabio y oportuno de afrontar nuestros conflictos, que es la búsqueda de consensos a través del diálogo”, señala la misiva, que firman los tres obispos de Misiones, Rubén Martínez (Posadas), Santiago Bittar (Oberá) y Nicolás Biasi (Iguazú).
“Cercanos a la memoria de la Revolución de Mayo, convocamos a gobernantes y ciudadanos a asumir los acontecimientos patrios que abrieron con esperanza procesos fundamentales para nuestra Nación, como un legado que nos interpela a seguir trabajando por la justicia y la paz, atendiendo especialmente a los más necesitados”, completaron.
Mientras tanto, algunos torneos de fútbol de los campeonatos regionales se suspendieron por falta de efectivos de la Policía que por reglamento deben estar presentes en cada partido. La FEMIFU (Federación Misionera de Fútbol), suspendió la fecha del fin de semana del campeonato provincial. “La seguridad de los jugadores, el personal y los aficionados es la máxima prioridad y ante la dificultad de contratar servicios adicionales de la policía y la incertidumbre de su normal prestación, la prudencia ha dictado la pausa”, señaló un comunicado del ente rector del torneo provincial.
Cansancio y desgaste
Esta tarde en una recorrida por los dos grandes campamentos (Policía y Docentes) que ocupan unas cinco cuadras a lo largo de la Avenida Uruguay en el acceso al microcentro de Posadas, LA NACION pudo comprobar que los manifestantes se encuentran firmes en sus reclamos, pero también con ganas de llegar a un acuerdo y marchar a casa tras varios días viviendo en carpas, utilizando baños químicos o de locales y casas particulares de la zona.
Además, tras subir la temperatura en la mitad de semana, el termómetro volvió a bajar y aparecieron lluvias intermitentes que podrían complicar más la prolongada estadía viviendo en las condiciones más precarias. Tanto los policías como docente, se van rotando para ocupar los campamentos y son pocos los que están desde el día 1. El aspecto de los dos referentes de la protesta, Ramón Amarilla y Darío Palavecino, es de gran cansancio, tras ocho días en los que sin dudas la tensión les pasó factura.
Plan B/ La Nación