El INDEC dio a conocer hoy el dato de la inflación de enero, que fue del 20,6% y confirmó que sigue siendo muy elevada.
Si bien implicó una desaceleración respecto a la inflación de diciembre, que alcanzó el número récord de 25,5% mensual, también se verificó que la suba de precios siguió en niveles muy elevados producto de la suba del combustible y el transporte, entre otros rubros.
Además, el rubro alimentos y bebidas, el que más peso tiene en el IPC, también fue alto con una suba de 20%.
De esta forma, la inflación acumulada en los últimos 12 meses alcanza un nuevo récord de 254,2% y es la más alta desde abril de 1991, justo cuando se lanzó el Plan de Convertibilidad para atar el dólar al peso en una paridad de 1 a 1 y terminar por 10 años con la inflación en la Argentina.
Tras conocerse el dato, el Ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo salió a destacar el logro de alcanzar un dato de inflación menor al de diciembre y con muchos tecnicismos (habló de “desaceleración en la nominalidad”) y pocas palabras para “Doña Rosa”, dio a entender que su plan está dando resultado (ver más abajo).
“La división de mayor aumento en el mes fue Bienes y servicios varios (44,4%), producto del incremento en artículos de Cuidado personal. Le siguieron Transporte (26,3%) –por las subas en transporte público y el arrastre del aumento de combustibles– y Comunicación (25,1%), por el alza en servicios telefónicos y de internet”, señaló el reporte del INDEC.
El capítulo con mayor incidencia en todas las regiones fue la de Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%). Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados y Pan y cereales.
Qué dijo el Gobierno Nacional
Según el Ministerio de Economía, el dato de enero “confirma el sendero de desaceleración en la nominalidad que se viene observando desde mediados de diciembre, a una velocidad mayor que la prevista por el mercado”.
Además, agregaron que el número de enero todavía tiene implícito un elevado arrastre estadístico de diciembre, derivado del overhang monetario heredado y el sinceramiento de precios relativos en la primera semana de la administración actual”.
“El traslado a precios de la devaluación de diciembre fue mucho menor al del salto del tipo de cambio en agosto del año pasado. Mientras en aquel entonces la mejora en el tipo de cambio real fue consumida en menos de dos meses, entre diciembre y enero la inflación fue de 51%, frente a una suba nominal del tipo de cambio de referencia de 129%. Esto se dio a pesar de que a partir de diciembre se fueron sincerando otros precios que venían fuertemente atrasados, como los combustibles o los productos de consumo masivo que se encontraban bajo esquemas de precios controlados”, explicaron en Hacienda.
“El programa económico llevado adelante por el Ministerio de Economía apunta a sostener y profundizar este escenario de desinflación. La combinación de ancla fiscal, monetaria y cambiaria, y la normalización en el comercio exterior aseguran una trayectoria inflacionaria decreciente”, cerraron.
El mercado esperaba para enero una inflación en torno al 20%. Por caso, en el primer Relevamiento de Expectativas (REM) del año, quienes participaron de la encuesta del Banco Central (BCRA) habían estimado una inflación mensual de 21,9% para enero.
Plan B/ INDEC/ La Nación / 14-2-2024