El dicho de Javier Milei “no hay plata”, para definir la política de ajuste, no se verifica para los acreedores externos de la Argentina.
A diferencia de otras crisis terminales, donde la Argentina suspendió el pago de la deuda para renegociar los términos y plazos e imposibilitado de hacer frente a los compromisos (2001-2002 o finales del 2019), esta vez el Gobierno Nacional adoptó la postura de seguir pagando los compromisos como si no hubiera emergencia, excepción ni crisis.
Incluso el FMI dejó de girarle desembolsos a la Argentina porque considera que el acuerdo debe ser renegociado porque no se cumplieron las metas fiscales en el último tramo del gobierno anterior, pero el Gobierno Nacional sigue atendiendo los vencimientos con el organismo. Recordar que el préstamo del FMI, básicamente, tenía como fin cancelar la deuda del país con el Fondo.
El Tesoro colocó hoy un bono intransferible al Banco Central por el cual tomó 3.200 millones de dólares de sus reservas, que es casi todo lo que había adquirido la entidad monetaria en todo los días desde que se devaluó el dólar oficial, generando una mayor liquidación de exportaciones.
Esto para hacer frente a los próximos vencimientos de deuda, para lo cual el Tesoro colocó una letra intransferible a pagar en 10 años, según el DNU 23/2024 que se publicó hoy.
A través del Decreto de Necesidad y Urgencia 23/2024 se autorizó a utilizar los recursos por la colocación de estas letras, únicamente para pagar vencimientos de deuda en moneda extranjera.
La cifra representa casi el 97% de las reservas que había acumulado el Banco Central desde la devaluación que llevó el dólar oficial de 350 pesos a 835 pesos, provocando una estampida de precios que achicó significativamente el poder adquisitivo de los asalariados y todos aquellos que tienen ingresos fijos o semi fijos (que no los pueden actualizar al ritmo de la inflación).
Desde la devaluación que decidió el ministro de Economía, Luis Caputo, el Banco Central había acumulado 17 ruedas (jornadas) consecutivas hasta acumular un total de 3.200 millones de dólares, informó la agencia Bloomberg.
Este mes, la Argentina debe pagar US$1974,4 millones al FMI por vencimientos de capital, mientras que el 1º de febrero debería girarle otros US$877 millones por intereses, informó el diario La Nación.
Al mismo tiempo, enfrenta vencimientos de intereses de la deuda con privados por US$1500 millones (bonares y globales).
Actualmente se encuentra en Buenos Aires una delegación del Fondo Monetario Internacional que llegó al país para renegociar el acuerdo y volver a activar el préstamo. Pero hasta entonces, la administración de Javier Milei quiere seguir honrando los compromisos cueste lo que cueste.
Pocos días después de la asunción de Javier Milei, el Gobierno echó mano de un préstamo de 1.000 millones de dólares con la CAF (Banco de Desarrollo con América Latina y el Caribe) para pagar un vencimiento con el FMI. Ahora la Argentina necesita urgente volver a reactivar el préstamo para devolverle los dólares a ese organismo multilateral regional.
Plan B/ Bloomberg/ La Nación / 5-1-2023