Por Juan Gutiérrez
Tras la histórica devaluación del martes pasado que llevó el dólar oficial de 350 a 800 pesos y la consecuente disparada de muchos precios, las remarcaciones de productos se volvieron una tarea cotidiana que incluso, se practica más de una vez al día.
En un relevamiento realizado en el casco céntrico de Posadas, Plan B confirmó que los comerciantes se ven obligados a ajustar los precios diariamente. Algunos de ellos ni siquiera reciben listas de precios, dependiendo exclusivamente de los indicadores proporcionados por sus distribuidores.
Otros contaron a Plan B que estos días hubo jornadas en que remarcaron “hasta tres veces el mismo día”.
Elizabeth, kiosquera en la Plaza 9 de Julio, compartió su experiencia: “La nueva lista que recibimos tuvo un 50% de aumento en la mayoría de los productos, otros tuvieron el 60% de incremento. Y ya nos avisaron que esta semana habrá una nueva lista. Galletitas y alfajores hoy pagás cerca de $1.000. La gente que venía diariamente ahora lo hace cada tres días”.
Ezequiel, vendedor con cuatro años de experiencia en un local de calle Rivadavia, destacó que los vinos han experimentado los mayores aumentos. “Todos los días estamos remarcando algún producto. Hoy un vino que pagabas $2.000 pasó a valer entre $3.000 y $4.000. Nuestros distribuidores no nos pasan lista de precios, simplemente nos dicen el porcentaje al que debemos acomodarnos. De ahí llega el cambio”.
Pablo, dueño de otro comercio, mencionó el fuerte impacto en los alimentos de primera necesidad, como la leche y la carne. Adicionalmente, pronosticó que productos como las galletitas, el dulce de leche y diversas gaseosas “serán difíciles de vender”.
El panorama no mejora en el sector de golosinas. Nelson, comerciante con dos décadas de experiencia, expresó que “en dos días tuvimos un 50% de aumento a nivel nacional. Y esta semana se esperan otras subas. Las empresas con las que trabajamos te dicen: subió un 20%, 40%, 50%. Te mandan la lista y no queda otra que remarcar los valores. Es imposible sostenerlos”.
En medio de este escenario, los comerciantes se ven obligados a ajustar sus estrategias y afrontar la difícil tarea de trasladar los aumentos a los consumidores. La incertidumbre y la preocupación se ciernen sobre el sector, que espera con aprehensión los próximos anuncios económicos y busca adaptarse a una nueva realidad marcada por la inflación y la volatilidad del mercado.
Plan B/ 18-12-2023