Por Victoria González
En el bullicioso escenario de la vida empresarial, a veces las historias más inspiradoras surgen de los orígenes más humildes.
Hoy nos adentrarnos en la fascinante trayectoria de un emprendedor que, con tenacidad y visión, transformó un modesto puesto de venta de botellas de citronella en la calle en una próspera empresa, líder en su rubro.
Desde esos humildes comienzos hasta alcanzar el éxito, exploramos la travesía de este visionario, quien ha dejado una huella imborrable en el mundo de los negocios misioneros.
Eran las 19, puntual como un reloj suizo, Cristian Perganini, conocido como: “el Rey de la limpieza”, ingresó a la redacción de Plan B, en el microcentro posadeño.
Con un vaso de agua helada en mano, comenzó a destilar las memorias de una odisea que se remonta a más de dos décadas atrás.
“La estaba pasando mal, me di cuenta que tenía que hacer algo, porque buscaba trabajo por todos lados y no podía trabajar con nadie en relación de dependencia. Un día se me presentó la posibilidad de vender productos de limpieza sueltos en la calle, con botellas descartables que juntaba de la basura”, dijo.
Y agregó “me dio un poco de vergüenza al principio, porque yo tenía trabajo estable, trabajé desde varias cosas, mi último trabajo había sido guardia de colectivos de media distancia algo que me gustaba”.
En este contexto, “así fue como empecé a trabajar para mí desde muy abajo vendiendo productos de limpieza por las calles de Villa Cabello, un amigo me había regalado en ese tiempo cinco litros de citronela que conseguía en el interior”.
“Le agregaba un poquito de colorante, colocaba en una botella y vendía”, relató.
A medida que Perganini iba contando su historia, las preguntas se nos amontonaban:
¿Qué pasó en el medio? ¿Cómo fuiste creciendo para llegar hasta donde estás ahora?
“Hice bien los deberes evidentemente”, dijo con una carcajada.
“Trabajaba todas las horas que podía del día y la noche. Hay cuestiones fundamentales para crecer: como tratar de subir escalones despacito, hacía todo lo que tenia que hacer para no volver a la situación en la que estuve, ese era mi único miedo”, sostuvo.
“Con el tiempo aprendí con qué clase de personas relacionarme, siempre trato de aprovechar mi tiempo al máximo. Además, uno sabe lo que esta bien y lo que está mal, por lo menos eso aprendí, ese fue el norte. Obviamente, me
di mil golpes, mil tropiezos y sufrí un montón en el camino”, recuerda.
“Me pasaron todas las cosas que te puedas imaginar que le pueden pasar a un emprendedor, a una persona que trabaja en la calle o a una persona que después abre un pequeño comercio. Principalmente, creo que me fue bien porque creo en Dios y siempre le pedía a él y yo creo que esa es la razón por la que se me abrieron tantos caminos, posiblemente es la razón por la que se fue dando mi vida”, señaló el alquimista.
El empresario montó su primer local en el año 2005 en avenida Lavalle esquina Santa Cruz.
“Tenía hambre, esas ganas de crecer y gracias a Mario Cruz, quien confió en mí y me dio la posibilidad de que pudiera alquilar ese local sin ningún tipo de garantía, pude iniciar”, indicó.
Mas tarde comenzó a fabricar sus propios productos. Empezó a vender todo tipo de artículos de limpieza y con el tiempo “nos convertimos en la opción elegida por los misioneros”,
“Me di cuenta de que ya tenía once empleados. O sea, yo no me daba cuenta de la magnitud, once familias estaban comiendo gracias a lo que yo había creado”, cerró, con emoción.
¿Por qué el nombre Alquimia?
“Había leído el libro de Paulo Coello, “El alquimista”. En ese momento había entendido que se trataba de un cambio de energía o personalidad. Mas tarde investigué y había sido que se trataba de químicos, era una ciencia no aprobada en esos tiempos. La materia de transformar los minerales en oro. Por esa cuestión hoy en dia soy un alquimista, porque transformo todo lo que puedo. Mi objetivo es desarrollar un formula que transforme las vidas de las personas”.
Por otra parte, “a mi en lo personal me gusta mucho la comedia y la gente se engancha mucho y eso me gusta, es poner mi personalidad plasmada ahí”, comentó Perganini.
-Contame… ¿Sos dueño de otros 2 emprendimientos, cómo surgieron?
“Hace un año se presentó la posibilidad de abrir una empresa de repuestos de autos Volkswagen con Diego Villar, aquel socio que tiene 20 años de experiencia en el rubro, nos juntamos e hicimos algo hermoso y maravilloso, donde estamos otorgando un nuevo servicio a los misioneros”, dijo.
En tanto que, “en febrero de este año, también abrí un local que tiene que ver con el rubro de la papelería, cotillón, descartables, entre otros”, explicó.
-¿Cómo han enfrentado los desafíos ambientales y de sustentabilidad en la fabricación de los productos químicos?
“Siempre nos guiamos con lo que vamos aprendiendo, adaptándonos a la demanda y generando conciencia incluso generando cambios hasta en mi vida personal, por una cuestión de salud, entonces también, por ejemplo, los productos químicos que hacemos, antes usábamos conservantes, porque era lo normal. Ahora fabricamos productos de limpieza que no afectan la ecología, a las personas y que protegen al medioambiente. Es simplemente cambiar los hábitos, no cuesta nada. Nosotros tratamos de reciclar todo lo que se pueda, reciclar los plásticos que nosotros en alquimia, productos de limpieza, tenemos convenio con las municipalidades, por ejemplo; ellos vienen, buscan los elementos plásticos que ya no utilizamos y ellos reciclan todo ese material”, sostuvo el empresario.
Es relevante subrayar que estas empresas mencionadas ofrecen un amplio espectro de apoyo social. Como lo expresó Perganini: “Estamos comprometidos en colaborar en diversas causas, ya sea en beneficio de los animales, los niños, los comedores y otros objetivos similares, aportando nuestro granito de arena en cada uno de ellos”.
Ficha Personal
Cristian Perganini,
empresario
45 años (soltero, vio la luz el 31 de octubre de 1977)
Orgulloso padre de Alejo (18 años, cursando la carrera de Diseño Industrial)
Tiene dos perros y un gato de raza persa
Consejo:
“Ser emprendedor es una experiencia maravillosa, emocionante y gratificante, ya que te permite tener control sobre tu tiempo y generar tus propios ingresos. Te brinda la oportunidad de trabajar incansablemente para hacer realidad tus sueños. No hay nada de malo en trabajar para alguien más, especialmente al principio, pero recuerda que eso implica ayudar a cumplir los sueños de otra persona.”
Plan B/ 1°-10-2023