Mika Soledad Ferraz.

“Nos hubiéramos quedado en casa”: Una cronista relata cómo fue la Cumbre en Iguazú para la prensa

Por Mikahela Soledad Ferraz

(Hotel Meliá, Puerto Iguazú). Después de un largo período de incertidumbre y distanciamiento, Puerto Iguazú se transformó en el epicentro de la primera cumbre presencial del Mercosur en tiempos post-pandemia. Con un despliegue imponente, periodistas nacionales e internacionales fuimos a cubrir este histórico evento, convirtiendo a la ciudad de las Cataratas en un centro de emociones y expectativas.

El ambiente estaba cargado con una energía especial. Las calles abarrotadas de fuerzas de seguridad. Sin embargo, las decepciones no tardaron en aparecer y nos hicieron chocar contra la dura realidad: estos eventos tienen cada vez menos tela para cortar para quienes ejercemos el periodismo.

Hace tiempo que las Cumbres del Mercosur, por más que vengan los Presidentes más importantes, solamente llegan a la tapa de los diarios o los noticieros por alguna “pica” entre mandatarios, en especial, entre el uruguayo Lacalle Pou y Alberto Fernández. Ahora está Lula para terciar y erigirse en el gran líder de la región.

En la apertura del evento, solo los fotógrafos y la Televisión Pública tuvieron el privilegio al lugar “sagrado” donde todo sucede. Los periodistas tuvimos que conformarnos con quedar recluidos a la sala de prensa.

Hay que agregar que muchos de esos profesionales viajaron cientos o miles de kilómetros para estar ahí, se tuvieron que conformar con seguir atentamente las acciones desde una carpa.

O sea, tener el mismo acceso a la información que cualquiera que se quedó en su casa, y a veces menos, porque estar recluido en un salón de prensa impide a veces esa mirada abarcativa que tiene alguien con todas las conexiones desde su computadora.

Una funcionaria desconocida e irrelevante

En ese lugar de confluencia de mentes inquietas, la señora Cecilia Todesca Boscco, Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, fue la única que se dirigió hasta el lugar donde estaba la prensa para brindar un breve resúmen de la agenda del día y el itinerario para el día siguiente, mencionando que en la reunión de cancilleres se hizo un repaso del trabajo realizado durante la presidencia pro-temporal de Argentina en el MERCOSUR.

En general, temas de escasísimo interés para el público en general, e incluso, para el público más especializado.

El tema principal fue el acuerdo con la Unión Europea y se busca generar más empleo y cerrar las brechas entre los dos bloques. También se profundizará el acuerdo con Israel y se discutirá la postura respecto a China. Ademas, se espera entregar el mandato a Lula.

Aunque los corazones de los periodistas latían al ritmo de las decisiones trascendentales que se tomarán en esta Cumbre, el estómago no fue tan privilegiado. La organización, en un gesto extravagante y a la vez cómico, sirvió a los periodistas presentes tan solo tres empanadas a cada uno con una pequeña gaseosa o agua (Sin oportunidad de repetir).

En la apertura, el Ministro de Relaciones Exteriores Santiago Cafiero se destacó como uno de los protagonistas principales. Con su liderazgo, coordino la reunión ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC), donde los ministros de Relaciones Exteriores de la región se unieron para debatir sobre los temas que darán forma al destino del Mercosur. Esta reunión es la antesala de la cumbre presidencial que se celebrará daría el día Martes con la participación de los cancilleres de los cuatro Estados parte y Bolivia.

En este evento tan importante no podían faltar el Gobernador de la provincia de Misiones junto a sus pares y el intendente local Claudio Raúl Filippa, quienes en su agenda contaban con la presencia del Ministro de Economía y pre candidato a presidente Sergio Massa, que hizo su lanzamiento de campaña nada más y nada menos que en Misiones, con el evento en el Hotel O2 ese mismo día a las 19.

Fue, de lejos, lo más trascendente periodísticamente, mucho más que las conversaciones al máximo nivel.

El día martes se esperaba la llegada de los Presidentes.

Alberto Fernández paso casi desapercibido al llegar con su comitiva al hotel Meliá en una trafic de la empresa Caracol.

Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva llegó la noche anterior, Luis Lacalle Pou, Mario Abdo Benítez y el presidente de Bolivia Luis Arce para un encuentro de importantes decisiones con más desacuerdos que acuerdos y la entrega de la presidencia pro tempore al presidente Lula.

Detrás de los formalismos y las discusiones trascendentales, de esta cumbre del Mercosur en el mundo de la política regional las fuerzas armadas se codean con los periodistas que viven su segundo día de decepción siguiendo todo solamente por TV Pública.

El único momento que pudieron acercarse al presidente Alberto Fernández y a Cafiero fue en la conferencia de prensa que brindaron al finalizar la cumbre pero estuvo limitada a solamente tres preguntas que las pudieron hacer un periodista de Brasil, uno de Paraguay y uno de Argentina que dejó un poco incómodo al presidente quien luego de contestarle dejando claro que hay trabajos que lo hacen en silencio: “Sin tener la necesidad de contarlo a la prensa”.

Fernández se retiró sin permitir que nadie se le acercara ni para una foto como la esperaban muchos que viajaron de lejos.

En este segundo día la fila a la hora del almuerzo era por una hamburguesa y nuevamente la opción de una pequeña gaseosa y agua, con una opción vegana en algunos casos especiales. Eso sí, había te y café todo el tiempo, “canilla libre”.

Lo más de cien periodistas se quedaron con las ganas de probar los platos típicos de la Triple Frontera y ninguno pudo decir que logro al menos “una primicia”. En algo estaban de acuerdo periodistas y camarógrafos de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, España, Alemania y distintos puntos del país al momento de reunirse en el almuerzo:

“Gastamos tiempo y dinero en vano nos hubiéramos quedado en casa mirando desde nuestra TV y trabajaríamos igual”, fue la conclusión compartida de los periodistas del Mercosur.

Al menos, en algo hubo acuerdo.

Mikahela Soledad Ferraz, para Plan B, desde Puerto Iguazú (acreditada a la Cumbre del Mercosur).

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