Por Martín Boerr
Esta tarde la Cámara de Representantes de Misiones va a tratar el dictamen de la Ley que prevé la prohibición total del uso del glifosato y otros agroquímicos en la provincia en un período máximo de 2 años desde la sanción de la norma.
Se trata de la Ley de Promoción de Bioinsumos cuyo dictamen establece en su artículo 7 lo siguiente: “Se prohíbe la utilización del glifosato, sus componentes y afines en toda la Provincia. Se establece que esta prohibición entra en vigencia luego de dos años (2) desde su publicación oficial a los efectos de una transición progresiva del cambio cultural de los sistemas productivos”.
El glifosato, conocido en la jerga de las chacras como “randap” (por la marca del popular producto, “Round Up” de Monsanto) es ampliamente utilizado en casi todas las producciones agrícolas misioneras por la fuerte presencia de malezas, su adopción en los años 70 y 80 cambió el panorama en las chacras porque reemplazó a mucha mano de obra que se utilizaba para desmalezar, un recurso que hoy ya no existe.
En el orden del día de la Legislatura enviado hoy a la prensa figura como primer punto de las discusiones, el tratamiento del dictamen de la Comisión de Recursos Naturales que preside Rafael Pereyra Pigerl, quien confirmó a Plan B que “hoy se buscará sancionar la ley”.
Impulso de Rovira
El proyecto es impulsado por varios legisladores, pero principalmente por Carlos Rovira, que públicamente calificó al glifosato de un “veneno” y lo caracterizó como un mal necesario para el crecimiento del sector agrícola, pero que ya es susceptible de ser reemplazado por los bioinsumos, alternativas orgánicas que para muchos especialistas aún no tienen una efectividad probada.
Hace exactamente un año, el 23 de junio del 2022 se aprobó el dictamen de la Ley que se buscará sancionar esta tarde. En aquél momento fue ampliamente resistida por asociaciones de productores, la CEM, Apicofom, colegios de ingenieros agrónomos y forestales y otras cámaras que representan a los productores.
Parecía que la norma se dejaba de lado por un buen tiempo hasta construir lo que todo el mundo demanda: alternativas a la utilización del Round Up.
En el interín, Rovira promovió la radicación en Misiones de la empresa Agrosustentable, cuya inauguración encabezó junto a la plana mayor de la Renovación el 21 de abril pasado.
Agrosustentable, de tres socios de Buenos Aires, está produciendo en el Parque Industrial Posadas algunos bioinsumos como biofertilizantes (ver aparte), pero aún no desarrollaron el producto necesario para reemplazar al glifosato. Esto es, un bioherbicida que combata la proliferación de malezas.
Es una empresa privada pero con un fuerte apoyo estatal, ya que el Ministerio del Agro le compra toda la producción y la distribuye entre productores de hortalizas, yerba, té, tabaco y otros, de forma gratuita. La idea es que lo adopten y vayan dejando de lado el Round Up.
El Ministerio del Agro y Agrosustentable no informaron qué montos se están invirtiendo para este programa, ante las consultas de Plan B.
Por un lado Rovira busca alcanzar el estatus de ser la primera provincia libre de Glifosato, una condición que va en línea con el plan del titular de la Renovación de convertir a Misiones en un santuario verde, donde la conservación sea reconocida nacional e internacionalmente e inclusive genere recursos económicos para Misiones.
Por ese lado la prohibición del glifosato tiene muchos adeptos en Misiones, que son amplia mayoría. Y parece una estrategia en el camino correcto, en un mundo que tiende a valorizar lo sustentable y orgánico.
Sin embargo, del otro lado están todas las actividades productivas, como la yerba, el té, el tabaco y la forestación que utilizan mucho el “Rand Up” y hasta convirtieron a el uso de este agroquímico en un verbo muy utilizado en jerga de las chacras misioneras (“randapear”).
En una ronda de consultas a distintos sectores de la producción el año pasado, cuando se sancionó el dictamen de la Ley (23 de junio de 2022) que se tratará esta tarde, todos coincidieron en que la eliminación del glifosato debe estar acompañada de alternativas probadas y al alcance de todos para no sentir el impacto de la ausencia de ese insumo en las tareas de campo.
Un mal necesario
El sentimiento de todos los que utilizan este agroquímico, considerado dañino para la salud, lo sintetizó como nadie el diputado nacional Héctor “Cacho” Bárbaro:
“Nadie quiere usar agroquímicos, pero tenemos que entender la cuestión laboral. El colono usa glifosato porque sabe que es un veneno pero no le queda otra. Primero, el colono limpia la yerba con glifosato y sabe que durante 60 días no tiene que tocar nada. Segundo, no consigue trabajadores y tercero, ¿qué ayuda tiene el productor yerbatero? No le dan nada. ¿Cómo yo voy a poner obreros y gente para la carpida, si a mi no me alcanza ni para mí?”, razonó Bárbaro.
Agrosustentable tampoco ve viable la prohibición en 2 años
Un aspecto a tener en cuenta es que en Agrosustentable, la empresa que está desarrollando los bioinsumos para reemplazar a los agroquímicos, tampoco ven como posible la erradicación del Round Up en un lapso de apenas dos años desde la publicación de la ley, como establece el dictamen.
En una charla con periodistas de Buenos Aires en marzo, de la cual participó Plan B, el director operativo y socio, Matías Imperiale, opinó que los agroquímicos y los bioinsumos deberán convivir un buen tiempo más hasta que los segundos puedan reemplazar a los primeros.
Sin animarse a dar plazos, pero sin dudas dejando en claro que 2 años es poco tiempo para dar un paso tan fundamental en la historia productiva.
“Sin agroquímicos, el mundo se moriría de hambre”, dijo Imperiale, que trabajó en la empresa Nidera y tiene gran experiencia con productores en la pampa Húmeda.
Sintetizando la importancia de este insumo cuya utilización divide aguas en Misiones y en todo el mundo.
