El Gobierno Nacional cerró ayer un nuevo canje de deuda en pesos en el cual logró patear para adelante vencimientos de deuda por 7,4 billones (millones de millones) de pesos que tenían vencimientos escalonados semanas antes y después de las PASO.
En total, el Ministerio de Economía logró “rollear” como se dice en la jerga a cambiar bonos que vencían ahora por otros que vencerán más adelante, deuda por el 71% de los vencimientos, con lo cual deberá cancelar con dinero el otro 29 por ciento.
Para que los bancos e inversores institucionales aceptaran los nuevos bonos, el gobierno les puso cláusulas indexatorias por las cuales promete a esos bonos, además de la tasa de interés, reconocerles la inflación o una devaluación en el tipo de cambio oficial.
Los nuevos vencimientos quedaron entre agosto del 2024 y enero del 2025, con lo cual será un pasivo del cual deberá encargarse el próximo gobierno.
La operación fue calificada por el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, -encargado de diseñarla y negociarla con bancos y otros inversores institucionales-como “la más grande de la historia argentina” en lo vinculado con pasivos emitidos “en el mercado doméstico”.
La adhesión total, tomando en cuenta que se podía canjear siete instrumentos por un total de $9,5 billones, rondó el 78%, con lo que estuvo en línea con las estimaciones de mercado, que tomaban en cuenta que poco menos de dos tercios del total por vencer estaba en poder de entes públicos, por lo que se descontaba su participación.
Desde Economía destacaron “el acompañamiento obtenido de inversores institucionales de largo plazo como entidades financieras y compañías de seguro” y, especialmente, el nivel de adhesión total de los bancos que, según indicaron, estuvo en torno al 90%.
El Tesoro Nacional debía afrontar vencimientos por $9,5 billones de aquí a fin de septiembre: por $1,2 billones este mes; $4,6 billones en julio, $2,3 billones en agosto y $2,6 billones en septiembre.
Fuente: Plan B y diarios digitales / 9-6-2023