Tras cuatro o cinco años de bonanza, con un ciclo de precios altos que no tuvo antecedentes en la historia reciente, el sector yerbatero se encamina lentamente hacia una tormenta perfecta que parece imposible de esquivar.
“Acordamos que el precio a los productores tiene que ser de contado”, le explicó Hugo Sand a Plan B ayer, tras la asamblea de productores que se hizo en Guaraní, una más de las varias que hicieron los productores yerbateros en toda la provincia.
Es increíble lo que dijo Hugo Sand y revela la gravedad de la situación.
Que digan que el precio debe ser de contado es como que se reúna una asamblea de feministas para acordar que en el ámbito laboral no pueden ser manoseadas por los compañeros de trabajo. Es una obviedad, ni siquiera habría que mencionarlo.
Mucho menos con una inflación que va lanzada al 110 por ciento (sondeo del Banco Central).
Y todo esto a días de un laudo calificado como histórico y que reconoció el valor de 120 pesos que pedían los productores (escalonadamente), pero que rápidamente se convirtió en papel mojado.
Al final la realidad siempre termina por imponerse, y esta es la realidad del sector yerbatero, a pesar de que muchos parecen no advertirlo.
1-Las ventas de yerba en góndola vienen cayendo en forma lenta, imperceptible, pero sostenida desde hace tiempo. En un mercado donde tendrían que crecer, lenta, pero sostenidamente.
2-Las yerbateras tienen stocks muy altos de canchada, lo cual presiona hacia abajo el precio real que se paga en secadero o aparecen los pagos a plazos, que en términos reales implica descuentos de hasta 50 por ciento de acuerdo al plazo con que se extienda el cheque (algo que, además, es ilegal).
3-La yerba canchada paraguaya y brasileña quedó mucho más barata en dólares (oficial) por el laudo de la Secretaría de Agricultura, lo cual también genera una presión importadora de las yerbateras, que buscan aprovechar el diferencial.
4-Si los argentinos no importan yerba de Paraguay y Brasil y buscan abastecer a los Sirios (explian el 80 por ciento de las exportaciones), el negocio lo van a terminar haciendo directamente las empresas paraguayas y brasileñas, que en estos últimos cinco años también a caballo de la bonanza yerbatera se dieron cuenta que hay un negocio lucrativo y están listo para quitarles el mercado a los argentinos.
Ya pasó antes, cuando Brasil le quitó el mercado uruguayo a las Argentina.
5-Los productores, dándose cuenta que todo conspira hacia abajo en el precio real que se paga por la hoja verde, salieron a pedir medidas desesperadas como la prohibición de importar canchada de Brasil y Paraguay y la prohibición de cosechar, para tratar de equilibrar la sobreoferta con la demanda real y apuntalar el precio de mercado.
6-Todas estas fuerzas van a colisionar en poco tiempo generando peleas de todos contra todos: productores vs industriales; productores vs clase política; Misiones vs Corrientes; Zona Productora vs porteños; Argentina vs Brasil y Paraguay.
7-Hay que señalar que buena parte de todos estos problemas fueron causados por el Gobierno Nacional y su política cambiaria, con un desdoblamiento entre dólar oficial (para importar yerba) y dólar blue (el que padecen los industriales y productores en los costos). Y la tardanza en implementar, por poco tiempo y cuando ya parece tarde para cambiar la suerte, el “dólar agro”.
8-Misiones no tiene la culpa de todas estas circunstancias, que además, es agravan por el control de precios que ahora el secretario de Comercio, Matías Tombolini, le quiere imponer a la yerba mate.
9-En el INYM, el titular que llegó hace tres años con medidas fuertes buscando cambiar el histórico balance de fuerzas en ese organismo que siemper tendió a favorecer a los industriales, ahora está de campaña para ser diputado provincial a partir del 7 de mayo.
10-Dejar el INYM tras tomar medidas históricas justo en momentos en que el ciclo de precios cambió y ahora es gerenciar las “vacas flacas” y los descontentos. Otro síntoma de que el barco yerbatero se encamina sin remedio a una tormenta perfecta.
Plan B/ 12-4-2023