En momentos en que los productores de té están esperando respuestas del Gobierno Nacional por medidas que ayuden a paliar la grave crisis que vive el sector y que se traduce en pérdida de teales, el dirigente Cristian Klingbeil, no dudó en afirmar que “el contrabando a Brasil” podría ser una salida para paliar la grave situación.
“Si pudiéramos hacer como los productores de tabaco que venden a Brasil, solucionaríamos muchas cosas, es una cuestión de superviviencia, de cómo encontramos la forma de no abandonar la producción de té”, señaló Klingbeil, quien viajó a Buenos Aires hace dos semanas junto a industriales para reunirse con el secretario de Agroindustria, Juan José Bahillo, a quien le pidieron entre otras cosas un “dólar té”.
Lo que pide Klingbeil es que los brasileños compren el té al mismo precio pero pagando a dólar libre. Hoy los productores tealeros están recibiendo un precio de 10 centavos de dólar por kilo, pero a valor oficial, lo cual da 18 pesos que no alcanzan para cubrir los costos de producción, afirma el vicepresidente de APAM.
“Si pudiéramos sacar el te en rama o tipificado vía caíco (los botes que cruzan el Uruguay), íbamos a estar en otra realidad, con otras posibilidades económicas muy distintas”, señaló Klingbeil.
Su pedido es una muestra de la impotencia que sienten los pequeños productores de Misiones ante la falta de políticas que ayuden a la actividad.
Con el atraso cambiario que está castigando duramente a las economías regionales, cuyas necesidades de un tipo de cambio competitivo no son tenidas en cuenta por el Ministerio de Economía de la Nación (que sí implementó un “dólar soja” para la Pampa Húmeda) cada vez más productores misioneros eligen el contrabando como forma para sobrevivir.
En especial esto se da con los productores de tabaco. Incluso APTM, en un comunicado reciente en el que denunció la “grave crisis” que atraviesa al sector, admitió que muchos de sus asociados venden a Brasil clandestinamente para sobrevivir. Hay informaciones de que hasta productores de Jujuy vinieron a colocar el tabaco cosechado en esa provincia al vecino país.
Algo parecido suecede en menor escala con otras producciones como el ganado, maíz y soja que se produce de este lado de la frontera, pero se coloca en Brasil. Sin embago, el té no es hoy una producción demandada por los brasileños, como sí lo es la soja, maíz, tabaco, vino y otros productos.
Para los pequeños productores es una cuestión de simple superviviencia. “Es una forma de susbsistir en la actividad, para seguir existiendo como productores tealeros y no desaparecer como desapareció Brasil”, afirmó.
Plan B/ 23-2-2023