En una ceremonia caracterizada por la ausencia de su antecesor Jair Bolsonaro, Luis Inacio Lula da Silva asumió hoy la Presidencia de Brasil.
En su discurso de asunción llamó a cerrar la fuerte división política que tiene el gigante del Mercosur y a atacar la pobreza y la situación social que vive ese país.
También se inicia con la llegada de Lula al Planalto una nueva etapa de relación entre la Argentina y Brasil, caracterizada por la frialdad y hasta la hostilidad que había hasta ayer entre los dos presidentes, Alberto Fernández y el ya ex mandatario, Jair Bolsonaro.
Otro dato de la ceremonia fue que el traspaso de la banda presidencial se hizo con cinco personas elegidas de entre la gente, como una representación del pueblo, ante la ausencia de Bolsonaro que viajó a los Estados Unidos.
Más de 17 líderes de todo el mundo
Alberto Fernández y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, fueron los primeros líderes internacionales en llegar al Palacio de Itamaraty, la sede de la Cancillería, para la cena que será ofrecida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y la primera dama, Janja, según el diario O Globo.
Hay que recordar que Alberto Fernández tiene una excelente relación con Lula y lo visitó en la cárcel, siendo Presidente de la Argentina.
Mañana en su primer día de trabajo, Lula mantendrá una reunión bilateral con Alberto Fernández.
“Vamos a retomar la integración con la Argentina, la integración fue interrumpida”, expresó Fernando Haddad, el flamante ministro de Economía de Brasil.
Haddad celebró la reunión bilateral que mantendrán mañana Lula con el presidente Alberto Fernández en el Palacio de Itamaraty y confirmó su presencia el 24 de enero en Buenos Aires para la cumbre de la Celac acompañando al mandatario brasileño.
Dos cuestiones que podrían reflotarse en la agenda bilateral entre Argentina y Brasil son la integración física a través de puentes y el proyecto de la represa binacional en Garabí-Panambí.
Integración y represas
En el primer caso, ya está acordada la construcción del puente San Javier-Porto Xavier aún con la anterior administración de Bolsonaro. Aunque la nueva relación bilateral garantiza que cualquier diferencia o cuestión que haya que negociar en la concreción de ese viaducto, encuentre vías de comunicación más aceitadas para que se cumplan los plazos de esta obra.
Otra cuestión que podría reflotarse es la de represas binacionales, como Garabi-Panambí, teniendo en cuenta que Brasil necesita más energía y nuestro país también.
Fuente: Diarios digitales/ 1-1-2023