El Ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, confirmó ayer que Nación otorgará los permisos especiales para que el Estado misionero pueda abrir el puerto de Posadas utilizando su propia flota de barcazas bolivianas o paraguayas y un remolcador argentino alquilados.
La intención del gobierno provincial es inaugurar el puerto en los primeros días del 2023, afirmó ayer el gobernador Oscar Herrera Ahuad.
Giuliano visitó ayer Posadas para el acto de inauguración de las refacciones por 2.600 millones de pesos en la pista del aeropuerto Gral. San Martin de Posadas, la nueva torre de control, balizamiento y otras mejoras (que aún no incluyen la terminal de pasajeros y estacionamientos, colapsados cuando se juntan dos vuelos en el mismo horario).
Pero el funcionario nacional -que reemplazó hace poco a Alexis Guerrera- se hizo tiempo para recorrer el puerto de Posadas cerca de las 18 junto al gobernador, quien le solicitó esta habilitación especial para poder reactivar el puerto cuanto antes.
“Vine a hablar del aeropuerto, y terminé hablando del puerto”, dijo Giuliano, al constatar que las consultas periodísticas apuntaban mayoritariamente a la activación de la terminal de Nemesio Parma.
“Esperamos que el puerto de Posadas pueda estar operativo en los primeros días del año próximo”, afirmó Herrera Ahuad, en diálogo con la prensa en la plataforma del aeropuerto General San Martin. El mandatario dijo esto con el ministro Giuliano a su lado.
La Administración del Puerto de Posadas y Santa Ana (APPSA) tiene acordado el alquiler de dos barcazas bolivianas y un remolcador argentino o empujador (las barcazas son enormes pontones sin motor y son impulsadas por el pequeño y potente barco) desde hace cinco meses, como anticipó Plan B en una nota el 31 de agosto pasado (ver abajo).
Sin embargo, APPSA necesita para concretar ese plan un waiver (permiso) de las autoridades nacionales, que son muy reacias a semejantes concesiones. La legislación argentina es muy rígida y busca proteger la carga para armadores nacionales y preservar el trabajo de los barcos y sus tripulaciones, penalizando la actividad fluvial que hoy es una mínima expresión respecto al desarrollo de Paraguay (3era. flota fluvial del mundo) en la misma Hidrovía (Paraná-Paraguay).
Esta es la forma que encontró APPSA para lograr la reactivación de un puerto donde se realizaron obras de infraestructura a cargo del Estado, cuando el plan original era conseguir un operador privado que se hiciera cargo de los desembolsos, la gestión y la administración del negocio.
Tampoco era el plan original que el Estado provincial fuera operador de barcazas y remolcadores, sino conseguir que algún armador (el que opera el barco) llegara a levantar carga hasta la terminal de la capital misionera.
Permiso especial para utilizar barcos de otra bandera
“Primero vamos a hacer un llamado a los armadores (operadores de barcos) nacionales, si no encontramos a nadie dispuesto a venir a Posadas, entonces procedermos a otorgar un permiso muy puntual, por un tiempo determinado, para que Posadas pueda operar con barcos de otra bandera”, dijo Giuliano, ante la consulta de Plan B.
“Hoy tenemos una infraestructura que significa una ventaja comparativa, como tecnología aplicada al puerto, requerimos ahora una necesidad de navegación y estamos trabajando en el ministerio de Transporte para habilitar una posibilidad de mayor navegación, mayor contacto vía barcazas y barcos”, dijo Giuliano.
El Gobierno busca evitar un traspie
De esta forma, el Gobierno de Misiones evitará lo que podría ser un papelón político de envergadura, ya que durante años se embarcó en la realización de obras millonarias en el puerto sin tener resuelto lo más importante: el operador portuario, la carga y los transportistas o armadores.
El resultado de eso es que desde hace años se acumulan gastos e inversiones que encima van creciendo porque el Gobierno redobla la apuesta y pone cada vez más recursos en Nemesio Parma.
En la terminal ya hay una dotación de personal, incluso personal de seguridad (se contrato una empresa de Buenos Aires) y estibadores que generan una estructura onerosa y hoy sin utilización.
También se fueron adquiriendo enormes y modernas maquinarias, como un vehículo para trasladar contenedores y lo más costoso, una enorme grúa de más de 1 millón de dólares totalmente inutilizada. Sólo por citar a una de los últimos desembolsos realizados en 2021 y 2022.
No será un transporte barato
El transporte fluvial hoy es una actividad que tiene sentido si baja costos respecto al transporte terrestre. Sin embargo, expertos consultados por Plan B apuntan a que la carga que salga de Nemesio Parma será muy costosa si se trasladan todos los gastos operativos (sin contar las millonarias inversiones), que seguramente serán absorbidos por el Estado provincial, en un subsidio encubierto al sector privado.
Sin embargo, el Gobierno quiere a toda costa reactivar el puerto, cueste lo que cueste, lograr que algún barco carga salga a los puertos de ultramar de Rosario o Buenos Aires partiendo de la terminal de Nemesio Parma y luego tratar de encontrar la forma de que la operación sea lo menos deficitaria posible.
El plan del Gobierno Nacional, según dijo Giuliano, es apuntalar a la industria naval local para que se construyan más barcazas y remolcadores nacionales.
“Estamos trabajando en el desarrollo de la marina mercante argentina, es un tema pendiente, cuando ese programa concrete su objetivo la situación es distinta. Hoy hay un sistema legal de autorizaciones para embarcaciones de otro origen, se está trabajando en el área de la Subsecretaría de Vías Navegables”, explicó el ministro del gabinete nacional.
También habrá que ver si los dadores de carga realmente eligen el puerto de Posadas como alternativa confiable y más barata para sus cargas, para lo cual deberá alcanzar una aceitada logística. Los cargadores deben tener confianza en la operatoria.
Estado operador portuario y armador fluvial
El intento de reactivación del Puerto de Posadas lleva siete años con muchas idas y vueltas. Primero se busco conseguir un operador en dos licitaciones internacionales, y más tarde por contratación directa. Lo más inexplicable en que en las dos licitaciones apareció el Grupo Paraguayo Fénix, que opera un puerto en Asunción y tiene barcazas y en ambas fue descartado por APPSA sin dar mayores explicaciones.
Al final el Estado misionero tuvo que asumir el rol de operador portuario sin tener experiencia. Ahora asumirá el rol de armador u operador de barcos, también sin experiencia.
Se lanzó a realizar inversiones que originalmente iba a realizar un privado, sin tener resuelto el tema de los armadores y la carga.
Pero lograr que la operación del puerto sea lo menos deficitaria posible, será un desafío para más adelante.
Por lo pronto, Misiones apunta a lograr los permisos o waiver excepcionales, aunque sean por un tiempo corto, llenar una barcaza apelando al acompañamiento de los empresarios -sobre todo del sector forestal- y despachar un barco de una buena vez.
“No queremos tener un puerto ocioso, sin ninguna necesidad”, dijo ayer Herrera Ahuad.
14-12-2022