Por Martín Boerr
Uno de los aspectos donde la yerba mate y el té misionero tienen más para crecer es sin dudas en el relato, el diseño y todo lo que acompaña al producto para atraer a consumidores cada vez más sofisticados.
A diferencia del vino mendocino, a la yerba y al té misionero le hace falta “creérsela un poco más” y apostar también -como argumento de venta y penetración en nuevos mercados-, a toda la rica historia y cultura que trae aparejado el producto.
Y para sumar su mirada a esa estrategia, Fernando Coombes -diseñador gráfico- propone apostar a la innovación disruptiva, a tomar algunos riesgos y poner en valor los productos madre de nuestra tierra colorada.
Coombes es bien misionero, pero trabajó en Buenos Aires muchos años y tiene una mirada fresca para proponer en este mundo, que tradicionalmente ha sido conservador en el packaging y el diseño.
Todo esto a pesar de que la yerba mate es el producto de consumo masivo que más penetración tiene en los hogares argentinos, solamente superado por el papel higiénico (y por motivos bastante obvios).
¿Cómo es esto? Según las estadísticas del INYM, se despachan por día más de 1 millón de paquetes de yerba mate a los hogares argentinos.
El año pasado fueron 288 millones de kilos que se vendieron en el mercado interno, en un 60% por ciento en envases de medio kilo (345 millones de paquetes). Si se computara que el otro 40% fue en paquetes de un kilo (115 millones), eso da un total de 460 paquetes ingresando a las casas a lo largo y ancho del país y un gran relato, el de la yerba mate, para contar en una imagen, un diseño y algunas pocas palabras bien elegidas.
Recientemente, Coombes trabajó para una serie exclusiva y limitada de té de la firma El Vasco SA, donde el producto se destaca por la sencillez y sofisticación. Un trabajo por el cual tuvo que hacer interconsultas con agencias de seguridad alimenticia de los Estados Unidos, ya que el producto estaba destinado a la exportación.
El mundo de la yerba mate
En tanto, hace un tiempo empezó a realizar trabajos para el mundo de la yerba mate.
“El año pasado me convocan desde el INYM, el instituto Nacional de la Yerba Mate, para realizar el re branding de sus marcas paraguas (La ruta de la yerba mate, Mate Go (app) y Yerba Mate Argentina), son marcas con historia, con mucha presencia, que ya están instaladas en el inconsciente colectivo, tienen apego y trayectoria”, explica este profesional, en una entrevista con Plan B.
-¿Cómo fue tu trabajo para la firma El Vasco?
-El desafío de nuestra agencia, que se llama Brento Diseño & Comunicación, en esta ocasión fue desarrollar un sistema acorde a los altos estándares de calidad protección y durabilidad del producto. Se trata de un cliente pionero en la región. Empresa misionera que produce y exporta té en hebras. Me convocan con la necesidad de diseñar y desarrollar un packaging para sumarle valor agregado a su producto, una muestra testeo pensado para debutar en un segmento premium, de mercado, Desde Brento fue enriquecedor generar una propuesta de altísima calidad visual, estética y con estándares globales.
-¿Cómo ves las posibilidades creativas que ofrece la yerba mate y su packaging?
-Es un campo con un potencial inmenso, la yerba mate tiene toda una historia, si a eso le sumas las cualidades, sus virtudes, su historia y las ventajas de su consumo, es un producto completo.
¿Qué tendencias ves y cómo puede ayudar a ganar nuevos mercados?
-Hoy las marcas tienen presente que la apertura de nuevos mercados representa desafíos propios de cada región, país o continente, y es ahí donde el diseño gráfico entra a escena, el branding es vital en esa dirección. A nivel tendencias hoy es más orgánico, diseños más limpios, la sutileza, lo armónico, este punto abarca lo cromático, lo morfológico, lo tipográfico, lo aromático, es casi una experiencia sensorial y si además podemos aportar un
producto final con una baja huella de carbono el reto está cumplido.
-Contame sobre tu desarrollo profesional…
–Soy diseñador gráfico desde el año 1996 estudie y me recibí acá en Misiones, mis primeros pasos fueron en empresas de la provincia, luego me mudé y
desarrolle gran parte de mi profesión en la ciudad de Buenos Aires, donde por muchos años trabajé para Cablevisión, dentro del departamento de imagen y comunicación corporativa de la compañía.
-¿Qué representa para vos empezar a trabajar con la yerba y el té, productos bien misioneros?
-Para Brento fue un proceso super interesante, darle pregnancia, actualidad y durabilidad a las mismas, el aggiornarse es estar vigente, presente y
competitivo, nuevamente ahí es donde el diseño impulsa, se explaya y acciona.
-¿Otros clientes para los que trabajaste?
-Trabajo con clientes y productos bien diversos, trato de no segmentarme a un área única de mi profesión, la versatilidad es primordial, hay instituciones
educativas, universidades, prepagas, pymes, emprendedores, empresas de misiones y de otras regiones de nuestro país, como así también organismos
públicos y privados.
-¿Es difícil trabajar en el ámbito de un producto alimenticio de consumo masivo?
-Una pequeña anécdota que aporta a este concepto de moverse fue hace unos años, un cliente requería enviar una muestra seleccionada de su producto a EE.UU., la investigación e interacción que demandó para diseñar una simple etiqueta que respete las normativas para el ingreso de alimentos/bebidas a dicho país fue todo un aprendizaje, no es lo mismo mandar a EE.UU. que Europa u otros mercados cambian las normativas en relación a los materiales, las tintas y productos que se usan y ahí radica lo nutritivo, a veces por pequeño que sea el desarrollo a llevar adelante, la enseñanza y conocimientos que dejan son el logro, tener una comunicación fluida y detallada con el cliente es primordial, toda esa información sirve para el producto final transite sin inconvenientes.
Plan B/ 14-9-2022