Mientras los eslabones de la cadena yerbatera aguardan desde ayer el laudo de la Secretaría de Agricultura de la Nación sobre el precio de la materia prima para octubre-marzo, se conocieron algunos detalles de una nueva sesión caliente en el seno del INYM donde una vez más no hubo acuerdo entre las partes.
La novedad, según pudo averiguar Plan B de tres directores, es que los representantes por la producción le propusieron a los representantes industriales hacer causa común e ir juntos a Buenos Aires a los despachos de la Secretaría de Comercio y otros a presentar un frente unido y pelear por el precio en góndola de la yerba mate.
Posturas muy alejadas
En la sesión de ayer las posiciones no estuvieron ni siquiera cerca de llegar a un acuerdo. Los industriales ofrecieron 55,35 pesos y no se movieron de esa postura, que representa apenas un 18% de incremento respecto al precio oficial vigente y está muy por debajo de lo necesario para cubrir los costos, según la grilla de los productores.
Los productores propusieron un valor de 84,96 pesos, mientras que el INYM, el gobierno de la provincia de Misiones, cooperativas y secaderos apoyaban un valor intermedio de 70,75 buscando acercar las puntas y evitar el laudo.
Se trata de la 41 sesión desde que se creó el INYM y solamente en 16 ocasiones hubo acuerdo de precios en la sede de Rivadavia casi esquina Santa Fe.
Pocas expectativas
Por estas horas, nadie se hace ilusiones con un laudo de la Secretaría de Agricultura que demostró sobradamente que está supeditada al mandato mayor del ministerio de Economía, que ni con Sergio Massa acierta una estrategia creíble para detener un poco la imparable suba de precios.
Si antes cuando la cartera era autónoma, las promesas de Julián Domínguez chocaban con las necesidades imperiosas de divisas del BCRA, hoy mucho más cuando es en los papeles el propio Sergio Massa el que tiene lapicera para decidir a cuánto estará la materia prima de la yerba mate.
Ya quisiera el Gobierno Nacional laudar en todos los productos populares y de consumo masivo con ese poder que sólo tiene en la cadena yerbatera por obra y gracia de una Ley del INYM que le deja la mesa servida a los despachos porteños para que beneficien al consumidor de los grandes centros urbanos y atiendan el frente político, antes que mirar a una economía regional.
Por eso los productores propusieron hacer causa común con los industriales. Algo que no fue aceptado por los representantes de la industria de Misiones y Corrientes.