Apoyo del INYM.

Con marca propia, más productores chicos se animan a las grandes ligas del negocio yerbatero

El negocio yerbatero está en auge en los últimos años, de la mano de un mercado interno y exportaciones que crecen, y sobre todo de una materia prima que está viviendo un ciclo de buenos precios que se está sosteniendo muy bien.

Esto hace que los industriales quieren ser productores y plantar yerbales. Y si ya tenían, quieren plantar más yerba. Al mismo tiempo, los productores quieren salir del ámbito del yerbal y se animan a lanzar su marca propia y agregarle valor al trabajo que comienzan desde el plantín.

La tendencia en el negocio es la proliferación de pequeñas marcas nuevas de yerba mate, que venden producciones de entre 10 y 20 mil kilos al mes (una yerbatera “top” vende entre 2 y 3 millones de kilos por mes).

Lo interesante del rubro yerbatero -que lo hace casi único- es que a diferencia de otras actividades productivas, los peces grandes y los peces chicos parecen convivir y hay lugar para todos, a pesar de la diferencia de escalas.

El presidente del INYM, Juan José Szychowski, indicó que buscan “fomentar una actividad yerbatera con la mayor cantidad de actores posibles, donde cada uno tenga su lugar y la oportunidad para crecer”.

Para Szcychowski, quien a su vez es productor, “las cooperativas y los establecimientos que agrupan a pequeños productores sostienen el arraigo rural”.

Caminos y Sabores

En la presente edición de la tradicional feria Caminos y Sabores, que se hace en la Rural, el INYM llevó a nueve de estas nuevas marcas de yerba mate y una cooperativa tradicional. Algunas son producto de la iniciativa individual de un pequeño productor, como el caso de Yerbal Viejo, de la familia de Hugo Sand.

Otras, son la unión de varios pequeños productoes que formando una cooperativa se animaron a lanzar su marca propia. A veces sin tener todas las instalaciones industriales, estas marcas se pueden hacer “a facon” (tercerizadas) con otros secaderos y molinos que realizan la elaboración de la materia prima.

La comitiva yerbatera que desembarcó en Palermo está compuesta por las marcas Yerbal Viejo (de la familia Sand), Jesper (de los familares de Jesper Lillieskold), Flor de Oberá, Grapia Milenaria (cooperativa El Colono), Yemarí, Flor de Jardín (de la cooperativa Jardin America); Fidel, La Obereña, Titrayju y Origen.

“Este año el Directorio del INYM decidió invitar a pequeñas empresas, con menos de 100 mil kilos de producción para brindarles la posibilidad de dar a conocer sus productos y vender en este gran mercado que es Buenos Aires”, destacó la subgerente de Promoción y Desarrollo del INYM, María Marta Oria.

“La verdad que es muy importante para nosotros, que somos productores de una pequeña cooperativa, dar a conocer nuestra marca; además de compartir y conocer a muchos productores de distintos rubros”, afirmó Carlos Bietchteler, de la Cooperativa El Colono que elabora la yerba mate Grapia Milenaria.

Loading