El principal grupo exportador yerbatero de la Argentina, con estrechos lazos con Siria, está empezando a desarrollar operaciones de comercio exterior desde Paraguay hacia ese mercado que explica entre 7 y 8 de cada 10 kilos de yerba mate argentina que se colocan en el exterior.
“Vamos a perder el mercado de Siria, como sucedió en su momento con el mercado de Uruguay que ahora lo abastecen los brasileños”, vienen diciendo los industriales yerbateros desde hace un tiempo.
Y el dato más elocuente es que el grupo de origen sirio, principal exportador de la Argentina, está desde hace un tiempo cubriendo la demanda de Siria desde el Paraguay.
Comprar la yerba y exportarla desde allí es más conveniente que hacerlo desde la Argentina, agobiada por una inflación en pesos galopante y un dólar fijo que pierde competitividad todos los días, porque el Gobierno Nacional no tiene otra forma de hacer algo contra la suba de precios. Ya ha pasado esto en la Argentina en otras épocas con otros productos.
El problema con la yerba argentina es que los paraguayos y brasileños, que además hicieron ventas récord en 2020 y 2021 a la Argentina (más de 30 millones de kilos cada año), desarrollaron “músculo”, mejoraron la calidad y quieren vender cada vez más en Medio Oriente. Van a ferias, contactan a los mismos importadores que los argentinos y no tienen los problemas de nuestro país.
Las principales yerbateras que están detrás de ese negocio lucrativo son: Colón (Colonias Unidas), Pajarito (Lauro Ratz SA), Campesino (Yerbatera Campesino SA), Indega (Indega SA), Selecta (Eno Bronstrup SA), entre otras.
El dato de la mudanza “virtual” del Grupo Kabour lo confirmó el productor yerbatero Victor Chamula. “Este año no va a recibir hoja verde y esa yerba que estaban sacando, 17 millones de kilos de yerba canchada del mercado nacional van a quedar en el mercado interno, no se está tomando el toro por las astas”, dijo Chamula en declaraciones a MisionesOnline.
El principal exportador de yerba mate argentina es el Grupo Kabour, basado en Andresito, en segundo lugar se ubica la yerbatera La Cachuera y en tercer lugar el Grupo Piporé.
Según datos del mercado, desde que arrancó la cosecha gruesa en abril, el Grupo Kabour compró para sus secaderos de Andresito apenas una fracción mínima de lo que suele adquirir para abastecer a Siria.
Caída de las exportaciones
El año pasado las exportaciones tuvieron una caída del 25 por ciento respecto al 2021, de 43 a 33 millones de kilos. Se encendieron las luces de alarma en el sector yerbatero, porque los paraguayos empezaron a vender a Siria, que explica entre 7 y 8 de cada 10 kilos de yerba que coloca la Argentina en el exterior.
En lo que va del año las exportaciones siguieron cayendo y en enero-marzo se exportaron 5,3 millones contra 7,7 millones el año pasado. Es decir, una caída del 30%.
Este año la caída de ventas al exterior se sigue profundizando, con números preocupantes. Desde el INYM advierten que hay un problema con los containers, y la caída en las exportaciones está vinculada a eso.
También en febrero fuentes del INYM divulgaron en forma extraoficial un trabajo donde comparaban los precios a los que venden las yerbateras paraguayas al exterior y los valores que pactan las exportadoras argentinas, indicando que había una voluntad del empresario yerbatero de tener márgenes mayores.
Algunos criticaron esta mirada del INYM por ser sesgada, ya que en rigor, el exportador argentino tiene que cobrar más en dólares por la sencilla razón que el valor del dólar oficial está fijo en un país donde la inflación en pesos está lanzada a un nivel que rozará el 70% anual y, por ende, se necesitan cobrar más en dólares oficiales para poder cubrir los costos y tener una ganancia.
“A ese precio, nosotros no podemos llegar; no hay forma de exportar a US$1400 la tonelada”, dijo Omar Kassab, otro sirio que exporta desde Andresito y dirige la firma Hoja Verde SRL, en enero pasado al diario La Nación.
Kassab ya venía advirtiendo que corría el riesgo el principal mercado de exportación para la Argentina: Siria. Primero dijo que las exportaciones eran incipientes, a principios de 2021 y un año más tarde señaló que ya había un problema de competitividad serio.
Fuente: Plan B, MOL