Sorpresivamente hoy se conoció la noticia de la salida de Santiago Ros del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), quien será reemplazado por Juan Carlos Pereira, quien hasta ahora se desempeñaba como secretario de Planeamiento del organismo habitacional.
Se va así el funcionario de jerarquía más antiguo que quedaba en el Gobierno de la Renovación, con casi 20 años de continuidad al frente de uno de los organismos clave en el crecimiento y desarrollo de Posadas en las últimas dos décadas.
Ross asumió como titular del organismo habitacional en junio del 2003, un mes después de la asunción de Néstor Kirchner como Presidente.
“Me voy por motivos personales”, dijo Ros a Plan B esta mañana, tras una conferencia de prensa en la sede del instituto en la que se mostró junto a su sucesor en el IPRODHA y ambos dejaron en claro que la línea de trabajo tendrá continuidad.
Pero la noticia de la salida de Ros, la había comunicado más temprano, en la mañana, el gobernador Oscar Herrera Ahuad con un posteo en su cuenta de twitter y una foto en la que está reunido en su despacho con el titular saliente y entrante del IPRODHA.
“Agradezco en nombre del gobierno de Misiones la tarea a lo largo de todos estos años al ingeniero Ros al frente de la institución”, dijo el mandatario provincial.
Juan Carlos Pereira, el reemplazante de Ros, es un ingeniero de 43 años que hasta hoy estaba a cargo de Programas Especiales dentro de la Gerencia de Planeamiento del organismo.
“La noticia nos sorprendió, si bien cada tanto el ingeniero venía hablando de su retiro”, señaló a Plan B, un funcionario del organismo.
Un IPROHDA sin tantos recursos y que apunta a los más pobres
Con Ros al frente, el IPROHDA fue el organismo decisivo en el crecimiento explosivo de Posadas (y a veces, algo desordenado) con la creación de barrios en la periferia de la ciudad y más acá en el tiempo la gran apuesta a Itaembé Guazú, una verdadera ciudad aparte, al lado de la capital misionera.
Esa era de expansión de los barrios coincidió con las gestiones de Maurice Closs y una economía que crecó a “tasas chinas” y luego siguió el dinamismo con el arrastre de esos años de vacas gordas.
Desde la gestión de Passalacqua, el IPROHDA se caracterizó por tener un presupuesto mucho más austero y las inauguraciones de barrios ya se tornaron una cuestión esporádica y de mucha menor envergadura. También el organismo endureció algunos requisitos para no ver licuados sus recursos ante una inflación que va en ascenso.
La otra nota distintiva en estos últimos años del IPROHDA es que se enfoca a los sectores más vulnerables, cuando en los años buenos se dedicó mucho más a la clase media. Incluso Ros hizo cierta autocrítica en más de una oportunidad, señalando que el organismo debió haberse enfocado a los sectores de menores recursos.