Inversión de $6 millones.

Andresito prueba una receta novedosa para el "gurí tarefero": la escuelita más tempranera del país

María Florencia Goncalves

Siempre que se habla de erradicar de niños y adolescentes a los yerbales de Misiones surge una cuestión que nadie puede responder: ¿y qué van a hacer los chicos solos en sus casas mientras los padres trabajan?

Obligar a los productores y tareferos a que no lleven a sus hijos en los yerbales es apenas una parte de la solución, pero ¿y los chicos?

Con el foco puesto en abordar esa problemática, en la primera semana de mayo se inaugurará en Comandante Andresito el primer centro de cuidado para hijos de tareferos en Misiones. Una iniciativa que además sera un caso testigo que se proyecta para toda la provincia, de tener éxito.

Se trata de un centro único por sus características y fundamentalmente una solución creada por gente del lugar, que nació, creció y trabaja con yerbales y no desde una mirada citadina y alejada de la realidad, usos y costumbres de estos lugares.

Inversión de 6 millones de pesos

Con una inversión superior a los 6 millones de pesos se pondrá en marcha en Andresito el Jardín de Cosecha Zamba que recibirá hasta 60 hijos de tareferos de hasta 16 años, desde las 4 AM hasta las 19 PM, todos los días. Ya el horario de funcionamiento, el rango de edad de los chicos que pueden asistir y el hecho de estar pensado exclusivamente para las familias de tareferos lo hacen un centro único.

Los fondos para el Jardin de Cosecha Zamba los aportaron la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y la Asociación Civil de Productores Yerbateros del Norte (ACPYN).

La iniciativa brinda una solución novedosa para abordar un problema histórico: la presencia de los niños en los yerbales o, dicho de una forma menos amorosa: el trabajo infantil en la yerba mate. 

Todos ellos, estarán asistidos por dos maestros y además, contarán con un profesor de educación física para colaborar con actividades. El espacio ofrecerá desayuno, almuerzo y merienda, así como también espacios para el descanso para aquellos niños que ingresen a la madrugada. 

Con un edificio construido desde cero, el espacio de contención está en una zona estratégica donde que los barrios Villanueva, Primavera y 20 de Junio conforman, en su conjunto, el conglomerado más grande del norte de la provincia en el que se concentran más de 1.600 familias. Este no es un detalle menor, ya que al estar el niño en su propio barrio, hay mayor apropiación del espacio, comodidad y cercanía para los padres y madres y; una familiaridad con el territorio que promueve la permanencia. 

Un dato peculiar de esta iniciativa es que la construcción estuvo a cargo del hijo de un productor y la mano de obra fue contratada en el mismo barrio. 

Más allá de la inversión realizada por la ACPYN y la SENAF, bajo un modelo asociativo y colaborativo, se sumarán otros actores claves del sector productivo.

El Sindicato Único de Obreros Rurales (SUOR) es clave y forma parte del convenio tripartito firmado con Nación. Además se sumarán algunas cooperativas yerbateras con quienes por estas horas están ultimando los detalles para financiar los servicios de vigilancia y monitoreo.

Entre ellas, Cooperativa Agrícola Unión, Cooperativa Italia, Cooperativa Andresito. La empresa CBSé que tiene uno de sus secaderos por la zona, aportará freezers, utensilios de cocina, heladera y ollas. 

“En primer lugar lo que queremos es garantizar al Estado y a los consumidores de yerba mate que nosotros no somos esclavizadores de mano de obra infantil ni de trabajadores. Nos unimos para que los padres puedan cobrar bien y dejar a los niños en un lugar para que estén seguros”, contó a Plan B, Julio Peterson, presidente de ACPYN. 

Peterson, de ACPYN, ultima detalles del edificio donde funcionará el Jardín.

Que no estén en el yerbal, pero tampoco sólos en casa con el celular

Además, Peterson agregó que  una de las cuestiones claves que se trabaja desde la Asociación de Productores Yerbateros del Norte es la alfabetización: “Como asociación ponemos maestros para que los niños aprendan e incorporen la educación que necesitan. No puede haber diferencias entre hijos de productores y de trabajadores. No queremos gurisada analfabeta”. 

El modelo es fácilmente replicable en cualquier punto de la provincia y, en esa línea, desde la ACPYN indicaron a Plan B que están a disposición para ayudar y colaborar con otros proyectos similares ya que consideran que cuantas más obras de éstas se hagan en la provincia, mejor. 

“Celebramos la iniciativa de la Ministra de Trabajo y ojalá que en poco tiempo puedan traducirlo a hechos. Nosotros como Asociación no venimos a prometer, sino que venimos a hacer”, ultimó Peterson, haciendo referencia a los Centros de Buena Cosecha, anunciados recientemente por Silvana Giménez. 

Los Centros de Buena Cosecha para el sector yerbatero serían creados en distintos municipios, con fondos de la Nación y mediante la articulación con la provincia, buscando combatir y prevenir el trabajo infantil. Según dejaron trascender, el punto de partida para dicha selección es el Sistema de Información de Tareferos Misiones (SITAMI), identificando las localidades con mayor cantidad de trabajadores tareferos de la yerba mate. 

Cabe destacar que el modelo se inició hace más de diez años con la creación de Centros Socioeducativos Rurales (CSER), destinados a contener a los hijos menores de 16 años de los trabajadores rurales durante el tiempo de la cosecha de la vid y otros frutales, con un modelo de gestión asociada entre Estado, sindicatos y empresas. Actualmente, la iniciativa alcanza a niños y adolescentes hasta de 18 años, en coincidencia con lo establecido con la Ley 26.390 que prohíbe el trabajo infantil y protege el trabajo adolescente. En Salta por ejemplo, los Centros de Buena Cosecha son cruciales para contener a los hijos de los trabajadores rurales y los pequeños productores tabacaleros. 

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