Santiago Maratea está en boca de todos por la exitosa recaudación de más de 100 millones de pesos en unas pocas horas, que puso de manifiesto tanto la solidaridad que hay en la Argentina como la bronca contra funcionarios y dirigentes políticos por su inacción ante el desastre de los incendios en Corrientes, Misiones y otras provincias.
¿Pero quién es este chico, totalmente desconocido para una parte del público? Maratea, de 29 años, es un influencer. Es decir, un personaje que crea contenido en las redes sociales, tiene millones de seguidores (2,6 millones en Instagram) y hace acuerdo con marcas que le pagan para promocionar sus productos.
Maratea es de San Isidro, una de las zonas más acomodadas del Norte del Conurbano bonaerense. El 25 de junio cumplirá 30 años. El muchacho carga con una desgracia familiar que lo marcó para siempre. Su madre Mariana Chevallier Boutell, se suicidó en agosto de 2019, según una nota del diario La Nación.
En el perfil que realizó el diario sobre Maratea, se notan dos cualidades. La primera: Maratea siempre quizo ser famoso. Cuando era chico en edad de escuela primaria solía ir a los estudios de Telefé y a la productora Pol-Ka de Adrian Suar, a ver si le daban un papel en alguna tira. No tuvo exito, pero nunca bajó los brazos.
La otra caracteristica, que tiene mucho que ver con todo lo que generó este fin de semana: Maratea parece combinar un sentido de la solidaridad y una sensibilidad muy especial para conectar con la gente en la calle, fuera de su círculo social, y tratar de hacer el bien.
En sus redes sociales empezó este camino de las colectas solidarias en 2017, cuando lideró la donación de una camioneta para el centro social SonRisas o cuando, entre ese año y 2019, contribuyó con los trabajadores de delivery con la propuesta “1000 pesos de propina”.
Sin embargo, tal como contó su padre en una carta que difundió por redes sociales y que tituló “El chico que nunca cambió”, ese espíritu siempre fue parte de él, publicó el diario La Nación.
En esas líneas, Rafael Maratea contó que, cuando Santiago tenía 13 años, sus padres decidieron que no podía ir a una gira deportiva por sus notas en el colegio, y él decidió regalarle el dinero que había juntado para ese viaje a uno de sus compañeros.
Un poco más grande, le hizo un ofrecimiento a algunos kiosqueros: que le regalen alfajores para que él se los de a la gente y registre todo en videos de YouTube que les servirían, a su vez, como promoción. Incluso, llegó a obsequiar zapatos o dinero a desconocidos que se encontraba en la calle. Así fue que, con esas pequeñas acciones, nació este influencer solidario.
Fuente: La Nación