El Banco Nación -principal acreedor de la exportadora de cereales Vicentín- rechazó la semana pasada por “inaceptable” la nueva propuesta de pago elaborada por la firma en su concurso de acreedores por 1.500 millones de dólares y señaló que la oferta “no representa un buen camino para evitar la quiebra” de la compañía santafesina.
El presidente del BNA, Eduardo Hecker, dijo que, ante una potencial falta de acuerdo, “el Cram Down podría ser un camino y los créditos que otorgó el BNA podrían ser parte de una participación del Estado nacional” en la empresa. El Cram Down es un proceso por el cual los acreedores pasan a canjear sus acreencias por capital de la compañía.
A través de un comunicado, Hecker señaló que “para el BNA (principal acreedor individual del concurso de Vicentin, por U$S300 millones) no es aceptable ni como acreedor quirografario ni como acreedor privilegiado”.
Explicó que “es un despropósito hacer una propuesta solo sobre ‘el Nodo Norte’ o un grupo de empresas, ya que el crédito se destinó al conjunto de Vicentin”, y consideró que “este es un punto fundamental” del rechazo.
Si bien la empresa no realizó la presentación formal ante el juzgado civil y comercial de la ciudad santafesina de Reconquista, en el que tramita su concurso preventivo, la posición del Banco Nación salió a responder los trascendidos que circularon desde Vicentin con su propuesta a acreedores.
La anterior iniciativa -que suponía una quita del 70% de la deuda y el pago en 15 años- había sido rechazada y el juez del concurso, Fabián Loerenzini, la consideró “abusiva” por lo que le solicitó a la empresa que formule una nueva propuesta “de un modo razonable”.
La nueva propuesta
La nueva propuesta de Vicentin contempla un pago inicial a los acreedores –originalmente era solo para acreencias de hasta U$S20.000- en dos cuotas durante este año y el siguiente y la capitalización del resto de la deuda por acciones de la compañía, de cuyo paquete los actuales socios mantendrían un 10%.
A la vez, la agroexportadora propone la venta de su participación accionaria en Renova, donde conserva parte de su sociedad con Vinterra (ex grupo Glencore).
Según trascendió, la cesión de acciones por deuda se podría realizar a través de un fideicomiso del que participarían los acreedores, entre ellos los presentados como “interesados estratégicos” en la continuidad de la empresa.
Se trata de la misma Vinterra (socia de Vicentin en la planta de Renova), Molinos Agro (Grupo Pérez Companc) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que tienen un preacuerdo con Vicentin.
Además, el actual directorio cedería la conducción de la compañía para dejarla en manos de un grupo de ejecutivos propuesto por los acreedores, mientras se reserva la posibilidad de recompra de la acciones en un plazo de 15 años, período en el que funcionaría con contratos a fasón para mantener operativas las plantas propias de procesamiento de granos.
Una propuesta “inaceptable“
El BNA adelantó este jueves, a través del presidente del directorio, su rechazo a la nueva oferta de pago.
“El Banco Nación tiene la posibilidad de ejercer el derecho de pedir la quiebra. Y la nueva propuesta no representa un buen camino para evitar esa opción”, señaló la entidad por medio de un comunicado.
Agregó que “la situación afecta los derechos del Banco Nación y del conjunto de los argentinos” y que “como país necesitamos un sector que procese granos, los exporte y agregue valor”.
En esa línea, la entidad destacó que “no se puede producir a fasón durante 15 años con una empresa desguazada y esa no es una alternativa de producción para Santa Fe”.
Por el contrario, señaló que “Argentina necesita que se ponga en marcha un proceso productivo más integral”.
A la vez, la institución dirigida por Hecker sostuvo que “los mismos que consumaron un fraude y se quedaron con una enorme cantidad de dinero, están viendo cómo siguen adelante en este proceso. No lo vamos a aceptar”.
Tras la última prórroga otorgada por el juez Lorenzini, Vicentin tiene plazo hasta el 31 de marzo próximo para arribar a un acuerdo con sus acreedores y evitar la quiebra de la empresa, que hasta su declaración de “estrés financiero” en diciembre de 2019 era la principal agroexportadora de capitales nacionales.
El Banco Nación resaltó en su comunicado de rechazo de la propuesta, que “el Cram Down (salvataje) podría ser un camino” para darle continuidad de firma, “y los créditos que otorgó el BNA podrían ser parte de una participación del Estado Nacional” en ese camino.
Fuente: Télam