"Está amenazada la libertad de expresión", dijo el Comité.

Por primera vez desde el ascenso de Hitler, otorgan el Nobel de la Paz a dos periodistas de investigación de Rusia y Filipinas

Dos periodistas cuyo trabajo puso en evidencia las arbitrariedades y el abuso de poder de los gobiernos de Rusia y Filipinas fueron galardonados hoy con el Premio Nobel de la Paz, en honor al derecho a la libertad de expresión. El comité que entrega el premio dijo que la libertad de expresión estaba amenazada en todo el mundo.

La Academia Noruega anunció esta mañana que los ganadores del Nobel de la Paz son Maria Ressa, de Filipinas, y Dmitry Muratov, de Rusia, reconocidos por “sus esfuerzos por salvaguardar la libertad de expresión”, según el jurado “una condición previa para la democracia y la paz duradera”.

El premio es el primer Nobel que se otorga a periodistas desde que el alemán Carl von Ossietzky lo ganó en 1935 por revelar el programa secreto de rearme de posguerra de su país, en pleno ascenso de Hitler en lo más alto del poder en Alemania, una carrera que iba a derivar en la Segunda Guerra Mundial en 1939. Cuando Ossietzky recibió el Premio Nobel, Hitler se ofendió y prohibió que en adelante, cualquier alemán aceptara ese galardón.

Más allá del extraordinario trabajo de estos dos periodistas, que enfrentan al poder político en países autoritarios, el Comité buscó subrayar y revalorizar la importancia del periodismo libre y el derecho al acceso a la información del público.

La importancia del periodismo libre, basado en hechos

Al justificar la elección, el Comité Noruego del Nobel manifestó encontrarse “convencido de que la libertad de expresión y la libertad de información ayudan a garantizar un público informado” y remarcó la importancia de que se practique el “periodismo libre, independiente y basado en hechos” como protección contra el “abuso de poder, las mentiras y la propaganda de guerra”.

“Estos derechos son requisitos previos cruciales para la democracia y protegen contra la guerra y los conflictos. La concesión del Premio Nobel de la Paz a Maria Ressa y Dmitry Muratov tiene como objetivo subrayar la importancia de proteger y defender estos derechos fundamentales”, argumentó el jurado.

La lucha de un diario ruso

Muratov es editor en jefe del periódico ruso de investigación Novaya Gazeta, que se ha enfrentado al Kremlin bajo el gobierno de Vladimir Putin con investigaciones sobre irregularidades y corrupción, con una cobertura amplia del conflicto en Ucrania. Es el primer ruso en ganar el Premio Nobel de la Paz desde Mikhail Gorbachov, que ayudó a fundar Novaya Gazeta con el dinero que recibió al ganar el reconocimiento en 1990.

La Academia Noruega ponderó su lucha durante décadas en defensa de la libertad de expresión en Rusia, en “condiciones cada vez más desafiantes”. Destacó que el Novaja Gazeta es un medio al que el “periodismo basado en hechos y su integridad profesional” convirtieron en una “importante fuente de información sobre aspectos censurables de la sociedad rusa que raras veces mencionan otros medios de comunicación”.

También remarcó que “desde el inicio del periódico, seis de sus periodistas fueron asesinados”.

Muratov dedicó hoy su premio Nobel de la Paz a su medio y a sus seis periodistas y colaboradores que fueron asesinados desde 2000.

“No puedo atribuirme el mérito. Es de Novaya Gazeta. Es de los que murieron defendiendo el derecho de la gente a la libertad de expresión”, dijo Muratov enumerando los nombres de las seis personas asesinadas, entre ellas Anna Politkovskaya, según informó la agencia rusa TASS.

“Como no están con nosotros, [el Comité Nobel] decidió visiblemente que yo lo dijera a todo el mundo (…) Esta es la verdad, es para ellos”, dijo.

Muratov explicó que no pudo contestar al teléfono cuando recibió la llamada del Comité Nobel porque estaba trabajando y que todavía no había tenido tiempo de leer el texto del anuncio.

Una periodista filipina símbolo

Ressa dirige Rappler, una empresa de medios digitales que cofundó en 2012, y que se ha vuelto prominente a través de reportajes de investigación, incluidos asesinatos a gran escala durante una campaña policial contra las drogas.

“Estoy en shock”, dijo Ressa en una transmisión en vivo por Rappler.

En agosto, un tribunal filipino desestimó un caso de difamación contra Ressa, una de las varias demandas presentadas contra la periodista que dice que ha sido atacada debido a los informes críticos de su sitio de noticias sobre el presidente Rodrigo Duterte.

La difícil situación de Ressa, una de varios periodistas nombrados por la revista Time como Persona del año en 2018 por luchar contra la intimidación de los medios de comunicación, ha suscitado preocupación internacional por el acoso a los medios de comunicación en Filipinas, un país que alguna vez fue considerado un abanderado de la libertad de prensa en Asia.

El jurado elogió a Maria Ressa por “utilizar la libertad de expresión para exponer el abuso de poder, el uso de la violencia y el creciente autoritarismo en su país natal, Filipinas”. Fue con ese objetivo que en 2012 cofundó Rappler, una empresa de medios digitales para el periodismo de investigación.

“Como periodista y directora ejecutiva de Rappler, Ressa se mostró una valiente defensora de la libertad de expresión”, manifestó el Comité Noruego del Nobel, que enalteció al medio por “haber centrado su atención crítica en la controvertida y asesina campaña antidrogas del régimen de Duterte”.

El premio dará a ambos periodistas una mayor visibilidad internacional y puede inspirar a una nueva generación de periodistas, dijo Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.

A partir de los argumentos expuestos, Muratov y Ressa fueron descritos como “representantes de todos los periodistas que defienden los mencionados ideales en un mundo en el que la democracia y la libertad de prensa enfrentan condiciones cada vez más adversas”.

Los Premios Nobel 2021

El de la Paz fue el quinto premio entregado esta semana. Ayer la Academia Sueca anunció al ganador del Premio Nobel de Literatura 2021: el novelista tanzano Abdulrazak Gurnah, reconocido por su “penetración intransigente y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.

El miércoles, en el tercer día de anuncios, el jurado nombró a los ganadores del Premio Nobel de Química. Fueron elegidos el alemán Benjamin List y el estadounidense David W.C. MacMillan, por “el desarrollo de organocatálisis asimétrica”.

El de Física, anunciado el martes, reconoció a Syujuro Manabe y a Klaus Hasselmann, por su trabajo en “el modelado físico del clima de la Tierra, la cuantificación de la variabilidad y la predicción fiable del calentamiento global”, y a Giorgio Parisi por “el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde escala atómica a planetaria”.

Previamente, en el comienzo de la semana, se conocieron los destacados en Medicina y Física. El Comité del Nobel concedió el premio de Medicina a los estadounidenses David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos acerca de cómo el cuerpo humano percibe la temperatura y el tacto.

La temporada de los Nobel continuará el lunes, con el Premio Nobel de Economía.

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