Dos primos que guardaban un emotivo vínculo con Corrientes, inauguraron hace poco un centro turístico que incluye cabañas y playas de arena blanca y agua verdosa en Itatí, a 250 kilómetros de Posadas, sobre la costa del río Paraná.
Se trata de un espacio que los turistas cuando llegan aseguran que “es como estar en Brasil o en Costa Rica”, según publicó hoy La Nación en un artículo que destaca las bondades del lugar.
Aprovechando las costas del río Paraná, construyeron varias cabañas en el medio del bosque, rodeadas de la naturaleza que allí circunda, con monos y tucanes que van de un lado a otro, y ofreciendo una playa exclusiva para los visitantes que por allí se instalen.
César y Horacio Curet son primos y socios en otros proyectos. Miguel, el padre de César, siempre guardó un vínculo con la provincia de Corrientes, ya que en los años 70 trabajaba allí con plantaciones de arroz y más adelante, decidió invertir en un terreno en la zona de Itatí, con la intención de generar un proyecto hotelero. Constituía un campo grande, dentro de la reserva del Iberá, junto con un área que tenía acceso al río.
Los primos se lanzaron con el emprendimiento “Cabañas de Puerto Yacarey”.
El complejo cuenta con 12 cabañas que se ofrecen a los turistas y 10 más en construcción, siete de las cuales se concluirán a fines de febrero. El precio por día en una de las cabañas parte de los $50.000 por persona, con la comida incluida, aunque puede variar según otros servicios que se contraten.
El lugar está rodeado de montes nativos, que albergan distintas especies de animales, entre los que resaltan los curiosos monos carayá, que suelen rondar por las cabañas. Las casas tienen vista al río Paraná, donde se encuentra una playa de uso exclusivo para los visitantes del complejo.
Armonía con la naturaleza
Aunque nació siendo un proyecto específico para gente interesada en la pesca, hoy por hoy, el lugar es visitado tanto por familias que buscan descanso en el verano, como por turistas interesados en este deporte. El servicio que se ofrece incluye ropa de cama, desayuno, almuerzo y cena. Es “del estilo all inclusive”, ya que incluye los platos y otras atenciones, pero con posibilidad de acceder a la comida en los horarios previstos para cada momento.
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Las cabañas hechas en madera están emplazadas dentro de un bosque natural, con senderos que las conectan para desplazarse de un lugar a otro. Además de contar con los mencionados monos carayá, que se acercan a las cabañas (aunque se alejan cuando ven aproximarse a la gente) el lugar está rodeado de un bosque envolvente, con ciervos, carpinchos, yacarés, ñandúes, y una diversidad de aves, entre ellas, los tucanes. “El concepto que buscamos es generar algo amigable con el entorno y sacar la menor cantidad de árboles posible para la construcción”, señala Curet.
Reciben visitas de gente de todo el país y también de Uruguay, Brasil y Paraguay. El pueblo más cercano es Itatí, ubicado a 27,5 km y conocido por su basílica y la peregrinación que se hace todos los años en julio.
La playa privada se combina con una pileta infinita y con la posibilidad de navegar en kayak por el río. Aquellos interesados en la pesca, pueden llevar su propio equipo u obtener todo lo que necesiten en el lugar para practicar ese deporte. Puerto Yacarey ofrece un servicio que “los hace sentir en casa, ya que, al no ser un hotel grande, la atención es personalizada y llamamos a todos por su nombre”, dice César.
Es justamente su vida acuática y la presencia del dorado en las costas de los Ríos Corrientes y Paraná que vuelven esta provincia un lugar atractivo para los fanáticos de la pesca. Este pez alcanza los 25 kilos y junto a él se pueden encontrar el pacú, surubí, patí, manguruyú y la boga. En primavera, los Esteros del Iberá, Bella Vista, Esquina, Empedrado, Itá Ibaté y Goya son lugares de temporada alta para practicar este deporte.
