Yoni Klimiuk.

Ya recibió a un Presidente que llegó en helicóptero y ahora al emisario de "Toto" Caputo para explicarle cómo funciona el té y la yerba

Por Victoria González

A Yonathan Klimiuk, empresario tealero y yerbatero, que participa como muchos otros misioneros en el debate sobre las políticas productivas, le ha tocado la semana pasada recibir a un importante funcionario nacional, el hombre del super ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo para los temas de las economías regionales.

En diálogo con Plan B, Yoni, como todos lo conocen al socio-gerente de Klimiuk Infusiones, contó el panorama que le pintó a este y otros funcionarios que lo visitaron en su planta de Campo Viera, destacando la compleja situación que atraviesan las economías regionales, particularmente los sectores del té y la yerba mate.

No es la primera vez que Klimiuk es la sede de un encuentro entre productores y empresarios locales (también participó el empresario tealero Eduardo Goldfart) y funcionarios nacionales que si bien no tienen el poder de decisión, claramente, al menos son capaces de llevar de primera mano a los despachos porteños, donde todo se resuelve, el testimonio directo y las inquietudes y necesidades de esta economía regional, que muchas veces no es escuchada como se debe.

Una economía con varios sectores que paceden los efectos de una política económica que a veces sólo parece mirar a la Pampa Húmeda.

En esas mismas instalaciones donde Klimiuk recibió a Martín Gustavo Giaccio, subsecretario de Economías Regionales y de Pequeños y Medianos Productores y otros funcionarios el miércoles 10 de diciembre, en octubre del 2018 el entonces presidente Mauricio Macri bajó en el helicóptero presidencial para discutir con un grupo de empresarios tealeros las oportunidades, desafíos y medidas que se necesitaban para conquistar el mundo con el té misionero.

Además de Giaccio, también estuvo la semana pasada en Campo Viera, Martín Fernández, jefe de Gabinete de la Secretaría de Agricultura de la Nación.

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Klimiuk saluda al presidente Mauricio Macri, el 3 de octubre del 2018, en su empresa, un grupo de empresarios tealeros que armaron un consorcio exportador para buscar nuevos mercados, le explicaron de primera mano al Presidente qué necesitan para dar el salto., producir más y generar más trabajo.

A nivel provincial, acompañaron el recorrido la ing. Luciana Imbrogno, subsecretaria de Desarrollo y Producción Vegetal, y la ing. agr. Vanesa Tatiana Bida, directora general de Yerba Mate y Té del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones, áreas directamente involucradas en la regulación y el seguimiento de las principales cadenas productivas de la provincia.

Durante el recorrido, Klimiuk explicó que se mostró a los funcionarios “toda la producción de yerba mate, cómo se procesa, cómo se elabora y la situación general de la cadena productiva”, además del proceso completo del té, desde la cosecha realizada por pequeños productores hasta su industrialización.

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Klimiuk y Eduardo Goldfart, otro empresario tealero (tercero desde la izquierda) junto a los funcionarios nacionales y provinciales.

En ese contexto, señaló que el objetivo fue transmitir de primera mano la realidad que atraviesa el sector: “Les explicamos la actualización de costos que tuvimos, principalmente en energía, combustible y personal, y cómo todo eso no fue acompañado por un tipo de cambio competitivo”.

Klimiuk remarcó que tanto el té como la yerba mate son productos commodity, lo que limita la capacidad de trasladar aumentos de costos al precio final.

“Competimos con grandes productores a nivel mundial. El té argentino representa apenas el 4% del mercado global, entonces tenemos que ser súper competitivos para mantenernos y no perder espacio”.

 

Según detalló, esa pérdida de competitividad ya se refleja en las exportaciones: “En los últimos dos años venimos exportando menos porque no pudimos ser competitivos por los costos que enfrentamos. El año pasado se exportó menos y este año se va a ver una caída aún mayor”.

Mucho trabajo, poca rentabilidad: quién gana y quién pierde en la yerba y el té

Al referirse a la yerba mate, Klimiuk describió una situación crítica que atraviesa a toda la cadena productiva.

“Hoy están sufriendo todos: el productor, los secaderos, los molinos”. Explicó que muchos molinos llegaron a 2024 con stock elaborado en 2023, cuando los precios eran más altos,
financiado con endeudamiento.

“La yerba se estaciona entre 7 y 12 meses. Te endeudaste para financiar un stock caro y después tenés que salir a vender un 30 o 35% más barato. Eso generó un endeudamiento generalizado”.

Además, advirtió sobre una fuerte competencia en góndola: “Hoy los molinos se pelean todos los días para vender un kilo más. Eso hizo que bajen considerablemente los precios en la cadena”.

En ese escenario, Klimiuk señaló que la rentabilidad parece concentrarse fuera del eslabón productivo: “Puede ser que la rentabilidad hoy esté en la distribución, en los hipermercados y grandes cadenas, que tienen más margen que toda la cadena que procesa la yerba mate”.

El té y los costos en dólares

En el caso del té, el diagnóstico es igualmente preocupante. “La actualización de costos en dólares se nos triplicó respecto de hace dos años”, afirmó, y aclaró que en el mercado internacional no existe margen para trasladar ese incremento.

En este sentido remarcó: “No podemos trasladar el problema de la Argentina al precio internacional. Hay clientes que no te absorben el aumento y buscan otros orígenes”.

Según explicó, esta situación no es exclusiva de Misiones: “Pasa con el vino, la manzana, la mandioca, en distintas provincias. Los altos costos hacen muy difícil competir afuera, sobre todo en un contexto de recesión local”.

Pedido de medidas urgentes

Consultado sobre posibles soluciones, Klimiuk recordó herramientas utilizadas en el pasado: “En los años 90 existía un dólar agro y reintegros. Eran instrumentos que servían para que las empresas no pierdan mercado, porque después cuesta muchísimo volver al consumidor”.

En ese contexto, cuestionó la idea de esperar a que se resuelvan primero los problemas macroeconómicos:

“Nos dicen que solucionando la macro la microeconomía se va a acomodar sola. Nosotros vemos que eso no va a llegar en el tiempo que necesitamos. Alguna medida para las economías regionales tiene que haber hoy”.

Riesgo de cierres masivos

Ante la consulta sobre los riesgos a mediano plazo si la situación no se corrige, Klimiuk fue contundente: “Lo que está pasando hoy es que hay cheques sin fondos masivamente, pymes cerrando su actividad”.

Indicó que en el sector tealero ya hay empresas que no pudieron iniciar la zafra: “Hay secaderos de té en rama que directamente no abrieron porque deben boletas de energía y a proveedores. Si siguen estas políticas y estos costos, los cierres van a ser masivos”.

En este sentido, la advertencia se proyecta hacia los próximos años: “es grave la situación que vemos hacia 2026. Desde que arrancó 2024 se le dio tiempo al gobierno nacional, pero las pymes no pueden seguir cayendo”.

Expectativas: La foto ya se sacó, ahora falta la medida

Finalmente, al evaluar la visita de los funcionarios nacionales, Klimiuk consideró que el enfoque sigue siendo predominantemente macroeconómico: “Los veo muy convencidos de solucionar lo macro, y estamos de acuerdo en que había que hacerlo, pero no veo que estén viendo la urgencia de lo que pasa en las economías regionales”.

Y concluyó con una advertencia directa: “La economía regional no puede seguir esperando. Porque cuando se termine de solucionar lo macroeconómico, no sé cuántas pymes van a estar sobreviviendo”.

Plan B/ 18-12-2025

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