Por Martín Boerr
Ayer la noticia de los despidos de 21 agentes del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), dejaron en segundo plano las primeras declaraciones públicas de Rodrigo Correa, flamante titular del organismo desde hace tres semanas.
En un comunicado divulgado por el INYM en la tarde de ayer, tras conocerse por canales extraoficiales la noticia de los despidos en el organismo yerbatero, Correa emitió sus primeras declaraciones públicas.
Fueron apenas dos párrafos pero donde deja en claro que tiene una impronta de seguir la línea trazada por Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, ideólogo e impulsor de la desregulación yerbatera, además de un entusiasta de estas medidas y sus efectos en la mejora en los precios al consumidor.
“Queremos mejorar todo aquello que pueda entorpecer la actividad”, dijo Correa en ese comunicado, dejando en claro que el nuevo INYM se va a dedicar a desburocratizar trámites y cargas administrativas que hasta ahora pesaban sobre la cadena productiva yerbatera, al menos según la visión de Sturzenegger. Incluso Sturzenegger llegó a calificar como “kafkianas” algunas regulaciones yerbateras (ver “Sturzenegger sobre la regulación yerbatera”).
“En el marco de la normativa vigente, vamos a trabajar en la modernización del Instituto y también en armonizar esas normas; en un proceso de desburocratización que facilite la actividad de los operadores del sector yerbatero”, explicó el presidente del Directorio, también contador público.
Sturzenegger sobre la regulación yerbatera: “¿Nos sorprende que un país tan rico sea tan pobre?
“En ese sentido, (Correa) destacó que, al mismo tiempo, se apuntará a desarrollar controles más eficientes, que velen por la calidad del producto en los distintos eslabones de la cadena yerbatera donde tiene competencia el INYM. ‘Queremos mejorar todo aquello que pueda entorpecer la actividad, pero sin comprometer los estándares de calidad'”, remarcó el comunicado.
Despidos
Las declaraciones de Correa se publicaron ayer horas después de conocerse la noticia de la “motosierra” en el INYM, una decisión apoyada por la mayoría de los directores del organismo. Los despidos también se votaron en el directorio y fueron aprobados por 8 a favor y 4 en contra.
Según pudo saber Plan B, el momento de los despidos fue bastante sorpresivo y desagradable, como en cualquier circunstancia de este tipo. Un escribano se presentó, y notificó a los afectados, hubo lágrimas en algunos casos. Otros no estaban presentes y fueron notificados por correo electrónico.
Podrían venir más recortes en el personal y también en la estructura del organismo, le contaron fuentes cercanas al INYM a este diario. Algo que está en línea con los dichos públicos de Correa.
Ya no representa a los productores
Pero lo más importante de estas primeras noticias del INYM, es que se podría decir que “oficialmente” es una entidad que ya no representa a los productores, mucho menos a los pequeños yerbateros.
Tampoco es que el INYM venía haciendo mucho por los productores en estos primeros dos años de acefalía y desregulación yerbatera.
Correa es el sexto director del INYM, una silla que antes ocuparon en los últimos 23 años, Daniel Notta, José Fabio, Luis Prietto, Alberto Ré y Juan José Szychowski.
Los primeros cinco actuaron cumpliendo la Ley 25.564 que buscaba que el organismo equilibrara la relación de fuerzas entre pequeños productores y grandes industriales, con distintos mecanismos, muchos de los cuales nunca llegaron a implementarse (como la prohibición de cosecha, una medida que sí implementó la CRYM en épocas de sobreabundancia de hoja verde).
La máxima utilización de los mecanismos regulatorios del INYM fue la resolución 170/21, de hace cuatro años, cuando provocó una guerra judicial entre el INYM y grandes yerbateras, también entre Misiones y Corrientes, con causas que hoy descansan en la Corte Suprema (y ya son abstractas).
A diferencia de sus cinco predecesores, Correa es el primer presidente que llega ya a un organismo cercenado en sus funciones y buscando un nuevo rol de promotor de la yerba mate y garante de la calidad del producto, un mandato firmado por el propio presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, el jefe en el organigrama de Correa, teniendo en cuenta que el superministro controla la Secretaria de Agricultura de la Nación, también.
La pregunta que se plantea esta nueva normalidad del INYM es inevitable: ¿necesita el organismo una mesa con 12 directores representando a cada eslabón de la cadena? De hecho, este INYM sobre todo, busca favorecer al consumidor, que no está representado en el directorio?.
Por lo pronto, todo el directorio votó (con la disdencia de la industria) el aumento de la estampilla a 32 pesos (un 28%) para alcanzar el fondeo de un Presupuesto 2026 de 8.500 millones de pesos.
Plan B/ Comunicado INYM / 31-12-2025
