Pocas marcas de golosinas despiertan tanta nostalgia como Mantecol, Flynn Paff o los Palitos de la Selva.
Ahora, esas tradicionales etiquetas llegan a kioscos en la categoría helados, donde Georgalos anunció su desembarco con una primera tirada inicial de 1,5 millones de unidades y una inversión inicial de 1,5 millones de dólares.
Con este lanzamiento, los consumidores podrán disfrutar en formato helado de marcas inconfundibles como Mantecol, Palitos de la Selva, Flynn Paff, Toddy y Full Maní, que estarán disponibles en kioscos, tiendas de cercanía, supermercados y también a través de los canales digitales.

“El helado es un producto asociado al impulso y a la gratificación, de la misma manera que las golosinas. Este proyecto es un sueño hecho realidad, porque logramos unir esas dos pasiones y llevar nuestras marcas más queridas a un terreno totalmente nuevo”, señaló Gustavo Giménez, director de Marketing de Georgalos.

La apuesta detrás del lanzamiento
La estrategia de la compañía se apoya en un diferencial claro: trasladar al formato helado la identidad original de cada golosina.
Los Palitos de la Selva y Flynn Paff reproducen sus esencias clásicas, mientras que el resto de la línea se desarrolló con materias primas propias, como en el caso de Toddy, Full Maní y Mantecol.
“El desarrollo de cada producto fue muy minucioso y con el cuidado de respetar al máximo el alma de cada una de nuestras marcas. Ingresamos a esta categoría para quedarnos y consolidarnos”, agregó Giménez.
Aunque el foco inicial está puesto en la Argentina, Georgalos ya proyecta la expansión a países vecinos como Uruguay, Chile, Bolivia y Paraguay.
El movimiento se enmarca en una estrategia más amplia de innovación, con la que la empresa busca ampliar su portfolio y reforzar su vínculo con consumidores cada vez más exigentes.
Fundada por Miguel Georgalos, un inmigrante griego,hace más de 85 años, la compañía tiene una planta en Victoria, provincia de Buenos AIres, adquirida a Mondelez en 2022.
La firma atravesó diferentes crisis económicas, en las que tuvo que achicar el negocio y hasta poner a la venta su producto insignia que luego recuperó, el postre de maní derivado del halvá: Mantecol.
Para su nieto y hoy presidente de la compañía, Miguel Zonnaras, la fábrica siempre tuvo un propósito familiar. “Para mí es un punto de encuentro que nos permitió mantenernos unidos. Su sueño, como buen hacedor, fue hacer cada día las cosas mejor y con el orgullo de un producto que los argentinos incorporaron a sus hábitos: el Mantecol”, señaló recientemente, en diálogo con el diario La Nación.
Plan B/ La Nación / 18-9-2025