Revisión del préstamo de u$s45.000 M.

Análisis: El FMI deja mal parado a Macri por exceso de optimismo y no poner el cepo para cortar la fuga de capitales

Por Martín Boerr*

En el día de ayer el staff del Fondo Monetario Internacional emitió un reporte de 135 páginas analizando el programa de Stand-By que la administración de Mauricio Macri firmó con el organismo y que significó el préstamo más grande otorgado en toda la historia a cualquier país por parte del FMI.

El análisis -llamado Ex-Post Evaluation o EPE- fue elaborado por un economista noruego del FMI y es un reporte que el staff (los gerentes) del organismo le elevan al directorio -integrado por miembros de los países del G-7- no sólo para su evaluación, sino también para que contemplen los errores y tomen en cuenta las conclusiones en el futuro acuerdo que están terminando de negociar el organismo y la Argentina.

También incluye comentarios sobre los hallazgos de este trabajo realizados por el directorio (Board) en una reunión celebrada ayer, 22 de diciembre.

Cabe destacar que el acuerdo fue por 54.000 millones de dólares, pero se llegaron a desembolsar solamente 45.000 millones de dólares y el programa se suspendió en agosto del 2019, tras la derrota del oficialismo en las PASO y la profundización de la crisis cambiaria y la corrida de capitales que son, justamente, los problemas para los cuáles se consideraba que este crédito iba a ser la solución.

Plan B leyó el reporte original -en inglés- y comparte en estas líneas algunas conclusiones sobre este reporte. El análisis se centra en la ejecución del programa entre junio de 2018 -un mes después de que comenzó la corrida cambiaria y se aceleró fuga de capitales- y agosto del 2019, cuando se suspendió el programa tras las PASO y la evidencia de que la Argentina no podía cumplir con los compromisos asumidos cuando aceptó el desembolso del organismo.

Comentarios del directorio

También incluye los comentarios del directorio del fondo en una reunión celebrada ayer 22 de diciembre, antes de la difusión del reporte.

En primer lugar hay que decir que el trabajo deja mal parada a la figura de Mauricio Macri y su conducción económica. Hasta ahora Macri se escudó con análisis de dudoso rigor, o que son solamente aceptados por su “lado” de la grieta. Estos análisis o evaluaciones indicaban que su administración “tomó deuda para pagar deuda del gobierno anterior” o que la fuga de capitales se produjo por el temor al futuro gobierno kirchnerista.

Ninguna de estas teorias de Macri es avalada por el análisis del Fondo Monetario Internacional, que además, señala dos entre varios errores de la administración macrista:

Exceso de optimismo en sus evaluaciones y proyecciones

No reinstaurar el cepo cambiario (control de capitales) para evitar la fuga de divisas. Como una medida heterodoxa pero necesaria para detener la sangría de capitales. Esta decisión de no tomar esta medida a tiempo, hizo que después el cepo tuviera que ser mucho más duro.

Esto último es significativamente importante porque, al no instaurar ningún control de capitales hasta bien pasadas las elecciones PASO de agosto y caído el programa con el FMI, la administración Macri dejó al BCRA sin reservas y a la Argentina prácticamente sin el dinero de este préstamo que se esfumó. El FMI reconoce que los que retiraron los capitales fueron los inversores extranjeros y también los Argentinos.

“El reporte también concluye que el programa no alcanzó sus objetivos, a pesar de las significativas modificaciones a las políticas económicas”, señala el resumen ejecutivo de cuatro páginas, donde se sintetizan los principales comentarios del directorio sobre los hallazgos del trabajo.

“Crecientes rescates de capital (inversores foráneos que vendían sus activos en pesos y los cambiaban por dólares para sacarlos del país), junto a la fuga de capitales de los argentinos, pusieron considerable presión en el tipo de cambio (dólar). A pesar del las intervenciones en el mercado cambiario más allá de lo que permitía el programa, el tipo de cambio continuó devaluándose, incrementando la inflación y el valor de la dueda pública (en dólares) expresada en pesos, debilitando los ingresos reales, especialmente de los más pobres”, dicen los directores del FMI.

“El reporte concluye que el programa no alcanzó los objetivos de recuperar la confianza en la viabilidad externa (la capacidad de Argentina de no quedarse sin dólares) y fiscal (achicar el desequilibrio) y apuntalar el crecimiento económico“, señalan los directores.

Debería haber reinstaurado el cepo

“Los gerentes notaron que los límites que cruzaron ciertas políticas del gobierno deberían haber disparado medidas críticas para el programa. Entre estas medidas estaban una reestructuración de la deuda (con los bonistas, que vendían sus activos, disparaban el riesgo país y la suba del dolar) y la utilización de medidas de control de capitales (cepo)”, detalla el directorio en sus comentarios.

Dos de las cinco lecciones a aprender de la Argentina

En uno de los últimos párrafos del resumen ejecutivo con los comentarios del Directorio señala que, “los directivos del FMI destacan varias lecciones para los programas avalados por el organismo”. De las cinco que mencionan, destacamos en Plan B las dos primeras:

1- Primero, es escencial que incorporen estimaciones realistas

2- Segundo, el programa debería ser hecho a medida de las circunstancias de un país, incluyendo consideraciones políticas, que pueden incluir utilizar medidas heterodoxas o poco convencionales si las políticas macroeconómicas ortodoxas no funcionan.

El “gradualismo”, la apertura total a los capitales golondrina y los deberes que la Administración Macri no hizo

En su Sumario Ejecutivo, un resumen de cuatro páginas sobre el contenido del informe sobre el programa con la Argentina, se detalla lo que fue la gestión económica encabezada por Macri, lo que sigue es textual.

-“El 20 de Junio de 2018 el Directorio aprobó el mayor acuerdo de Stand-By en la historia del Fondo, para apoyar el programa económico de la Argentina 2018-2021”.

-“Tras una ampliación en Octubre de 2018, el acceso a los fondos bajo el acuerdo alcanzó los 57.000 millones de dólares (el 1227 por ciento de la cuota Argentina en el FMI). El programa vio sólo cuatro de las 12 revisiones, y no alcanzó los objetivos de recuperar la confianza en la viabilidad fiscal y externa a la vez que tampoco apuntaló el crecimiento económico”.

“El Gobierno elegido a finales de 2015 rapidamete abrió la cuenta de capital (eliminó el cepo) y pidió préstamos en el exterior, al mismo tiempo que adoptó un acecamiento gradual a los desbalances económicos -particularmente el déficit fiscal- dejando un escenario para una corrida cambiaria -“sudden stop”, dice el reporte- y el pedido de un Stand By Agreement.

-“Después de asumir, el Gobierno buscó estrechar relaciones con la comunidad financiera intenacional, incluyendo al Fondo. La llegada de capital a la Argentina -principalmente inversiones financieras- aumentaron cuando se liberaron las restricciones cambiarias (se eliminaron todos los cepos y controles de capitales). Pero mientras tanto, los desbalances macroeconómicos y las distorsiones estructurales persistieron.

-“El Gobierno se recostó en los créditos internacionales para financiar el déficit de las cuentas públicas, y apoyar una elección deliberada de “gradualismo” diseñado para limitar los efectos adversos de fortalecer las cuentas públicas (evitar el ajuste)”.

“Para comienzos de 2018, Argentina, como otros Merados Emergentes, experimentó condiciones externas peores, resultando en el anuncio en mayo de 2018 que el Gobierno iba a buscar un acuerdo con el FMI para obtener ayuda financiera”.

Por Martín Boerr, periodista especializado en Economía y Finanzas. Director de Plan B y ex editor de Bloomberg, Infobae.

Para acceder al reporte completo del FMI, llamado: Evaluación Ex-Post del acceso excepcional bajo el Stand By Arrengement de 2018, aquí.

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