Peter Goggi, titular de la entidad.

Prohibición del glifosato: La Asociación de Té de EE.UU. advirtió a exportadores argentinos

Entre el miércoles y el viernes de esta semana se realizó en Miami la 12° Conferencia Anual de Té de Norteamérica, que reunió a compradores e importadores de Estados Unidos y Canadá, con productores y exportadores de Argentina, Sri Lanka (ex Ceilán), India y otros países.

El encuentro se realizó en varios salones del coqueto hotel Kimpton Epic Hotel Miami, con rondas de negocio incluídas.

Por la Argentina fueron importantes empresarios, ejecutivos y representantes de las grandes y medianas firmas tealeras.

Y una de los temas del encuentro fue la advertencia que realizó Peter Goggi, el titular de la Asociación Norteamericana de Té, sobre la necesidad de encontrar una solución a la prohibición del glifosato que regirá en Misiones desde el 4 de julio del 2025, si se aplica a rajatabla la ley sancionada por la Cámara de Representantes en junio.

Hay que entender que los argentinos son, por lejos, los principales proveedores de té de los Estados Unidos, como quedó de manifiesto en una de las tantos cuadros que se exhibieron durante el encuentro (ver cuadro).

Después vienen la India y China, pero ambas con una quinta parte del volumen de té que envía la Argentina, fundamentalmente desde Misiones.

En la conferencia que se realizó en Miami estuvieron presentes Jony Klimiuk (Klimiuk Infusiones), Eduardo Goldfart y Hugo Romero (Valmitran), Enrique Urrugia (h), Roberto Navajas (LM), Mike Newelly (representante de Don Basilio), Claudio Andreuza (Casa Fuentes-Finlays).

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Importaciones de té de Estados Unidos en el año 2019.

“El planteo de Goggi tiene que ver con la advertencia de que todas las importaciones tienen que estar aprobadas por la FDA (Food And Drug Administration)”, señaló Eduardo Goldfart, a Plan B.

La FDA es uno de los organismos regulatorios más poderosos de los Estados Unidos y en el caso de las compras de té, obliga a los importadores a someter los embarques a exigentes y minuciosos controles.

Incluso la FDA, que también controla los embarques de yerba mate, tiene un escrutinio mucho mayor con el té, que es la bebida más popular de los Estados Unidos. Los embarques argentinos y de otros países son evaluados en laboratorios de Alemania, comentó un exportador a Plan B.

¿Cuál es el problema? Si se elimina el glifosato, muy utilizado en la preparación del teal para erradicar las malezas, se corre el riesgo de que en la cosecha las hojas de té puedan contener alguna maleza.

De todas formas, la advertencia de Goggi fue un recordatorio de que es un tema que hay que solucionar, y también es una muestra de la importancia que tiene la producción misionera para el sector tealero norteamericano.

“La erradicación del glifosato en el largo plazo me parece una estrategia en el camino correcto, pero hay que encontrar alternativas y soluciones en el corto plazo”, explicó Goldfart, de Valmitran, con su planta procesadora en 2 de Mayo.

Algunos productores de Ceylan (Sri-Lanka), cuna de los mejores tés del mundo, comentaron el caso de su conversión a la producción orgánica y la prohibición del uso del glifosato que les representó una caída en la productividad.

“Otra consecuencia fue mayor daño a la salud ambiental y humana por el uso de herbicidas mas costosos y mas dañinos, situación que genero un incremento de la pobreza por la caída ingresos de exportaciones, y la caída de la producción de alimentos como el arroz”, comentó un participante.

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“Haciendo olas en Miami”, el título de la 12ava Conferencia de la Asociación Norteamericana de Té.

Buenas noticias

También hubo buenas noticias para la delegación argentina, y una de ellas fue el reconocimiento al trabajo social vinculado al té.

Varios empresarios argentinos fueron premiados, como Goldfart, quien participó del encuentro junto a su socio, el abogado Hugo Romero.

Justamente a partir de las exigencias de los importadores norteamericanos, los tealeros argentinos están casi todos certificados con las normas Rainforest Alliance.

Argentina es líder mundial en la adopción temprana y masiva de certificaciones como ETP (Ehical Tea Partnership), HACCP , ISO 9000, FSSC 22000 y la citada Rainforest Alliance. 

Rainforest Alliance (RA) fue impulsada desde fines de los 2000 por el gigante Lipton que pagaba un plus por la compra de té certificado, eso impulsó su extensión a otros productores de nuestro país.

Hoy los industriales norteamericanos que elaboran bebidas a base de té, compran masivamente materia prima certificada.

Este tipo de certificaciones requirió que los productores e industriales tealeros realizaran inversiones, como la protección del monte (si el productor desmontó puede ser excluido), el cuidado de los cursos de agua cerrándolos al acceso de la ganadería, y las adopción de buenas prácticas agrícolas y en el manejo reglamentario de fitosanitarios agrícolas, y el cumplimiento de la legislación laboral en cuanto a empleo registrado, debidamente protegido y capacitado.

“Las auditorías son aleatorias y estrictas, y las empresas corren el riesgo de quedar des-certificados y fuera del mercado si  se detectan incumplimientos”, explicó un industrial a este diario.

Estadísticas presentadas por Rainforest mostraron la baja incidencia del trabajo infantil en los tesales argentinos, estando en el puesto 4° en el ranking de bajo riesgo entre 17 grandes países productores de té, algo que se explica por las inversiones y la tecnificación del sector en la Argentina.

En la conferencia también se observó que la huella de carbono del té argentino se destaca a nivel internacional con la emisión de 1.09 kg de CO2 eq por kilo de té seco, a la par de Kenia y mucho mejor que grandes productores como China, India e Irán.

Encima gran parte de la huella de carbono que deja el té argentino se debe al uso “al uso de fertilizantes nitrogenados, electricidad y fletes a destino, lo que hace muy difícil lograr mejoras significativas”.

El problema de la mano de obra

Uno de los puntos en común de los productores de todo el mundo fue el cuello de botella de la mano de obra.

A excepción de la India y Kenia, muchos países del mundo padecen la problemática del envejecimiento de su población y la consecuente falta de mano de obra.

El detalle es que en 1000 ha de té cosechado manualmente se utilizan 7000 cosecheros, mientras que la Argentina mediante contratistas eficientes o gran escala, puede llegar a utilizar 100 personas para la misma extensión.

Plan B/ 8-10-2023

 

 

 

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