El fracasado acuerdo por congelar los precios de una canasta de productos básicos por 90 días del flamante Secretario de Comercio, Roberto Feletti, y la posterior decisión de ordenar este congelamiento por la fuerza, generó una ola de escepticismo entre empresarios y consumidores de todo el país respecto al efectivo cumplimiento de esta medida.
“El Gobierno ya no tiene la credibilidad y el poder de otras épocas para lograr que el congelamiento se cumpla”, dijo a Plan B, hace algunas semanas, el directivo de una importante yerbatera.
Ya no son las épocas de Guillermo Moreno, el excéntrico y polémico antecesor de Feletti que si era temido y respetado en las compañías de consumo masivo. Eran otras épocas, gobernaba Cristina Kirchner, había arrasado en las elecciones de 2011 y la economía todavía daba más alegrías que dolores de cabeza.
Un empresario que sintetizó muy bien el sentir de otros colegas es Carlos Beigbeder, titular de la distribuidora Jota Be y ex presidente de la Cámara de Comercio.
En declaraciones a FM Santa María de las Misiones, Beigbeder calificó a la medida de “tribunera” y orientada no tanto al cumplimiento efectivo, sino a tener los precios lo más quietos posibles de acá a las elecciones generales del 14 de noviembre.
“Fijan un precio por 90 días para tener mejor resultado en las elecciones”, señaló Beigbeder.
“Va a pasar lo que pasa siempre: este primer mes capaz las góndolas estén más nutridas, pero a media que comiencen a transcurrir los meses, van a faltar algunas cosas”, explicó, este distribiudor que trabaja con grandes empresas de consumo masivo multinacionales y locales.
Además, el ex titular de la CCIP señaló que los acuerdos de precios no se cumplen en el interior del país de la misma forma que en el Conurbano. Solo entre el 20 y el 30 por ciento de los productos de precios cuidados llegan a Misiones “porque realmente no son políticas tan federales como lo quieren mostrar”.
