Jean-Nöel Divet es francés pero conoce muy bien el mercado argentino. Está a cargo de la filial local de L’Oreal desde mediados de 2020.
Con 38 años de compañía, en los ’90 el ejecutivo tuvo su primera experiencia en el país y, de hecho, dos de sus tres hijos nacieron acá.
“En mi carrera he trabajado en seis países y todos tienen sus problemas, más o menos graves”, señala el número uno de la empresa de cosmética en la Argentina en una entrevista con el diario El Cronista.
Este año L’Oreal cumple 60 años en el país, donde tiene 600 colaboradores, 19 marcas y una facturación de $39.330 millones (2022).
Divet enfatiza que su misión es “preparar a la empresa para otros 60 años más” y en sus comentarios, se muestra confiado en que la economía del país puede andar muy bien en el futuro.
“Solo necesitamos un marco regulatorio claro con mayor previsibilidad para poder invertir”, dice.
“En el mundo, donde crecimos un 11% en ventas, tenemos 36 etiquetas. Esto significa que en la Argentina tenemos un gran potencial. El país es unos de los 20 mercados más importantes para el grupo a nivel mundial y uno de los tres en la región junto a México y Brasil”, agrega el ejecutivo que en su portafolio tiene marcas como Lacome, La Roche Posay, Vichy, Garnier, Kérastase o Maybelline.
Si bien el grupo tiene un fuerte posicionamiento en el segmento del lujo, hace años comenzó un proceso de localización de sus marcas y ya fabrica en la Argentina el 70% del volumen de ventas a través de un tercero. “El 85% de los embalajes también son abastecidos por proveedores locales y el 40% de las materias primas. El resto no lo podemos integrar porque no encontramos proveedores o la calidad”, detalla el ejecutivo francés.
A continuación, seleccionamos algunos tramos del diálogo del ejecutivo francés con El Cronista.
-¿Cómo planifica el 2024 con este objetivo de tener una empresa equilibrada? ¿Y cómo convence a sus jefes de invertir en el país?
-Lo que hemos observado en esta dificultad, que esperamos que sea momentánea, algo que ya hemos visto en varios otros países que es lo que llamamos el ‘Efecto Lipstick’: nuestras categorías de productos, los de belleza, son productos que la gente, en general, no renuncia. Nuestras categorías resisten muy bien a una dificultad pasajera. La motivación de los productos de belleza viene de la antigüedad, no es nuevo. Es tu bienestar, entonces no vas a sacrificar tan fácilmente. Nuestros volúmenes de venta no son tan dinámicos como si estuviéramos en una situación económica más fácil, pero hemos resistido, dentro del contexto, de forma bastante impresionante. El mercado en general se ha mantenido. Y volviendo a la pregunta de cómo convenzo a mis jefes, lo que necesitamos es un marco regulatorio macroeconómico claro que permita tener previsibilidad. A partir del momento que eso se pueda mejorar cualquier tipo de inversión aquí va a ser un negocio evidente porque la demanda está.
-Con su experiencia en la Argentina, esto no se dio
-Se dio por momentos. Creo que puedo hablar por soy extranjero y trabajé en otros países, yo confío creyendo en el talento argentino va a hacer que esos dificultades puntuales se puedan arreglar. Mi misión es preparar los próximos 60 años de L’Oreal. Una marca como Lancome está en la Argentina 1936, si cada vez que pasamos por algo de turbulencia en el pasado nos hubiésemos retirado, seguramente no tendríamos la marca que tenemos hoy. Es lo que vemos en una empresa como la nuestra: construir marcas. Una visión de medio y largo plazo. Hay que superar las dificultades puntuales con esta motivación de que hay un futuro claro.
-¿Argentina también crece como otros países de la región?
-Mantiene su dinamismo. No es un crecimiento tan grande como quisiéramos. Vemos la potencialidad que tiene, es un mercado con mucho espacio para movernos. En todas nuestras categorías de productos hay necesidades. Hemos visto el consumo de cremas de tratamiento facial crecer mucho últimamente.
-¿El consumidor se está volcando a las marcas de precios más bajos?
-Es difícil contestar porque nosotros tenemos un posicionamiento muy especial. Dentro del segmento masivo, nuestras dos marcas más grandes Garnier y L´Oreal Paris, son premiun y su demanda se ha mantenido. Entonces, sentimos que hay una dificultad económica en el país, vivimos todos en la Argentina, lo que no nos deja desarrollar todo nuestro potencial de ventas, pero no somos un buen termómetro para medir si hay cambios de costumbres en el consumo.
Lo que sí trabajamos para trasladas los costos a los precios de forma responsable, es obvio que el país para por dificultades, pero las vemos como un momento puntual. Construir marcas lleva mucho tiempo, algunas ya tienen 60 años en el país.
-Pero, ¿lo preocupa cómo termina el año y cómo será el que viene?
-Lógico, porque nuestra misión es crear la belleza que mueve al mundo de forma responsable, continuando la innovación, ese es el primer desafío.
-¿Pero los problemas argentinos son de los graves?
-Hay diferentes tipos de problemas, más o menos intensos, más o menos graves. La inflación es uno del que todos los días tenemos que preocuparnos para continuar ofreciendo nuestros productos minimizando el impacto en los precios para el consumidor. Y nosotros estamos tratando de hacer nuestra parte. Para eso tenemos que inventar y reinventar soluciones.
-¿Las inversiones de las que hablamos están en los niveles de otros años o algunas están en pausa?
-De nuevo, tenemos que tomar en cuenta la situación actual del país. Hemos tratado, dentro de lo posible, mantener nuestras innovaciones y nuestras inversiones siendo que tenemos que equilibrar nuestras cuentas. La responsabilidad más importante es mantener a la empresa en equilibrio para asegurar su actividad a futuro. Siempre hablamos de una doble exigencia: la performance económica y financiera y la no financiera. Hoy vemos que hay una tendencia clarísima que la gente está empezando a elegir marcas que saben que hacen las cosas bien para el planeta y para la sociedad. Entonces, esta responsabilidad no financiera más que una exigencia es una necesidad absoluta nuestra, es un deber. Lo tenemos que hacer.
-¿Eso doble exigencia, en su momento trajo más costos?
-Es una pregunta que vuelve siempre. Y es imposible de comprobar y, obviamente, es una decisión a nivel global. Y a la fecha, si mirás los resultados del grupo desde que tenemos estos compromisos que son licencias para operar, demuestran que es una inversión que hay que hacer. Si no lo hacés perdés consumidores. En la Argentina ya tenemos dos sitios, estas oficinas y nuestro centro de distribución en Tigre, neutrales. El objetivo del grupo es llegar a que todos los sitios lo sean para 2025. Localmente también hicimos un gran trabajo en la logística.
Fuente: El Cronista/ 2-10-2023