Antonio.

Cuando una hegemonía provincial cae: ¿Qué pasó en Neuquén?

Por Antonio “Nito” Artaza

Rolando Figueroa, gobernador electo de Neuquén, venció al Movimiento Popular Neuquino (MPN), que gobernó la provincia patagónica por más de 60 años.

¿Pero quién es el nuevo gobernador? ¿Por qué perdió el MPN? ¿La elección se puede trasladar a un mapa nacional?

Los partidos nacionales rápidamente quisieron subirse al carro de la victoria. Macri, Larreta, Bullrich, Vidal, también rápido se sumó Sergio Massa. La realidad es que ese triunfo no es de ningún partido nacional.

La elección de este domingo fue una “interna abierta” del MPN.

Los neuquinos y Rolando Figueroa lo saben. Minutos después de que el candidato oficialista Marco Koopmann reconociera la derrota. Figueroa se dirigió al único canal provincial de televisión abierta (adquirido recientemente por empresarios ligados al grupo Indalo) y su primera declaración exclusiva para los neuquinos fue: “le gané a la línea Azul, no perdió el MPN” e inmediatamente agregó “quiero que vuelva la libertad de prensa a la Provincia”.

Los medios de comunicación nacional con sus movileros solo buscaron “nacionalizar” una elección que no fue tal y eso lo dejaron pasar.

Cuando Figueroa dijo le gané a la línea Azul significó “le gané a Jorge Sapag” y se podría agregar a Omar Gutiérrez.

Porque fue recién en octubre del año pasado cuando Figueroa decidió no participar de las internas partidarias porque no le daban garantías en la elección.

En tiempo récord armó “su” partido provincial. Lo llamó Comunidad y se encargó de acercar a líderes, funcionarios, referentes y militantes decepcionados con los 15 años de poder sapagista.

Tal es así que, durante los festejos de Figueroa, que lo hizo en la propia puerta de la Casa de Gobierno neuquina, casi en su totalidad estaban ex funcionarios de Sapag.

Equivocadamente desde el oficialismo, que buscaba el refresh político, tildaban a la agrupación con el clásico “tren fantasma”, “colectivo de los dinosaurios”, etc.

La gestión de gobierno y la política no se construyen solo con juventud, la experiencia es necesaria y eso lo aprendió el MPN en carne propia.

¿Por qué dijo que trabajará por la libertad de prensa?

Porque a pesar que todos los medios nacionales lo daban ganador en las encuestas o, al menos, que sería una elección reñida. En Neuquén, se hablaba de una victoria arrasadora de Koopmann y casi no había cartelería que no fuera oficial.

Figueroa no estaba en los medios locales. Solo páginas de internet de segunda línea. Fue casi un candidato invisible en lo que a presencia se refiere. Incluso había denunciado que los dueños de medios no podían publicar sus actos o propuestas por miedo a una represalia en: “las pautas”.

En 2006, Jorge Sapag había ganado la interna a Jorge Sobisch estando casi proscripto. No salía, no era entrevistado y no tenía presencia en ningún medio. Todo era para el candidato de Sobisch. Pero ganó Sapag y eso que todavía no era época de redes sociales. En su gestión dio esa libertad y los resultados acompañaron pese a críticas periodísticas.

Con los años, poco a poco, se fue transformando la realidad y la gestión de Sapag cometió el mismo error que su antecesor. Acá me permito dudar que fuera su decisión, Sapag es un hombre de profundas convicciones democráticas, pero hay funcionarios “más papistas que el Papa”. La historia se repitió.

Figueroa no estaba en ningún lado. Solo en uno: en la gente que nuevamente quería un cambio.

Y el domingo ganó el cambio, pero no fue un golpe de timón de 180 grados. A los neuquinos los entusiasmó la idea de ser parte de una interna partidaria distinta a todas.

Era ser parte del MPN sin ser del MPN. El error fue la mala lectura de los dirigentes oficialistas que tras tantos años de gobierno y un aparato arrollador se sintió invencible.

Invencible para transformar una interna en una “dedocracia”, para descartar dirigentes por edad, por pensar distinto, por no permitir el crecimiento de nuevos dirigentes o simplemente por no coincidir en algo, por creer que con portación de apellido alcanzaba. Porque después de más de 60 años el MPN es una gran familia y como en toda familia hay quienes se quieren más y quienes se quieren menos.

Pero hay que dejar que demuestren lo que saben o quieren hacer. Los de afuera no pudieron vencerlo. Entonces, fue necesario que un familiar diera el salto para poder vencer en una elección general.

También es cierto que el aparato casi siempre ayuda para ganar, pero esto no siempre ocurre: porque cuando la sociedad desea otra cosa no hay aparato que contenga el aluvión. Los procesos muchas veces invisibilizados se gestan de abajo hacia arriba y cuando se cristalizan son imparables.

Por otro lado, Figueroa es un candidato con carisma, el viernes cumplió 54 años, en el esfuerzo de posicionar la ola centennials entraría dentro de los “viejos”.

Militante desde la universidad, desde el 1999 fue parte de campañas y ocupó distintos cargos. Siempre dentro del MPN. El mismo se define como “un negrito del interior”, nació en un pueblo de menos de 2.000 habitantes del, “muchas veces olvidado”, norte neuquino.

Y venció a un “amigo” de Sapag con perfil técnico y poco político. Ah, importante… más joven. La sociedad no quiso otro gobernante no elegido por ellos, que parecía que iba ser fácil de manejar y sin “honoris causa” política. ¿La edad? Nadie le preguntó eso, valoraron la experiencia y el carisma.

Finalmente la oposición, por más esfuerzo que haga desde Buenos Aires fue la gran derrotada. El Frente de Todos al igual que a nivel nacional no tuvo conductor. Ni albertistas, ni kirchneristas.

Resultado, un magro 12%. Juntos por el Cambio se dividió y entre todos apenas un 10%. Un dato, en esa fragmentación le fue mejor a los más ultras. Bronca, antipolítica… Milei miró de lejos y analiza.

En definitiva, la elección neuquina no puede nacionalizarse pero debe ser un llamado de atención para los gobiernos provinciales que intentan diferenciarse de los mandatos de Buenos Aires porque los errores, la comodidad y el anquilosamiento de los años puede llegar a todos.

El voto electrónico merece otro análisis y quedó en evidencia que las listas espejos, colectoras, lemas, etc. quedan de lado frente a una pantalla en la cual se busca la cara y no el “mapita”.

Ah, Neuquén tiene uno de los mejores ingresos del país, su economía bate récords desde la explosión de Vaca Muerta. Es decir, ¿alcanza solo con eso? El MPN puede responder que NO.

El domingo 16/4 el Movimiento Popular Neuquino (MPN) el partido provincial que controla Neuquén hace 60 años, perdió la elección para gobernador ante el candidato Rolando “Rolo” Figueroa. Antonio “Nito” Arataza es un periodista y profesional de la comunicación que fue jefe de redacción del diario La Mañana (de Neuquén) y vocero de Jorge Sapag durante dos mandatos. Analiza el resultado para Plan B.

Antonio “Nito” Artaza vive en Misiones desde hace más de 25 años. Trabajó en el diario El Territorio, donde fue editor. Es egresado de la UNAM en Periodismo, realizó el Master en la Universidad de San Andrés-Clarín y también trabajó en Clarín. Fue jefe de Redacción del diario La Mañana de Neuquén y más tarde se sumó al gobierno de Jorge Sapag como subsecretario de Información Pública y vocero, cargo que ocupó los ocho años de Sapag en el poder neuquino. Artaza reside nuevamente en Misiones y trabaja en Comunicación y consultoría política.

23-4-2023

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