Entrevista.

Viaje al mundo del increíble Luis Majul, que hoy vuelve con La Cornisa en LN+

Por Pablo Mascareño / La Nación

Va y viene. No para. Sale de una reunión, su secretaria le agenda un encuentro importante que se superpone con otro y un colaborador de alto grado le habla en voz baja. “¿Cómo sale el cuello?”, le dice coqueto al fotógrafo de LA NACION. En la vorágine y una agenda diaria que pareciera ocupar más horas que las que tiene el día, se hace lugar para pensar en la tersura de su cuello.

A los 61 años, Luis Majul conserva el porte de siempre y la remera y las bermudas revelan su buen estado físico. “Me cuido, pero no me obsesiono”, dice el periodista que, este domingo estrenará la temporada 24 de La Cornisa, a esta altura, un clásico del periodismo político en televisión. La cita será desde las 20.30 por la pantalla de la señal de noticias LN+, canal donde también conduce 8AM acompañado por Marina Calabró y Débora Pláger.

“Soy muy coqueto”, le dice al fotógrafo y luego reconoce que “en realidad no es que sea coqueto, sino que tengo en cuenta el mínimo cuidado que creo que personas que trabajamos para audiencias masivas debemos tener. No es una obligación, pero es una devolución. Hace años que me desempeño dentro de un enorme espectro global que se llama entretenimiento, formo parte del engranaje de esa industria. No se trata de ser careta, pero si de cuidar la imagen”, se justifica, como si verse bien frente al espejo no fuese una necesidad de la mayoría de los mortales.

-El medio, ¿presiona con determinados parámetros estéticos?

-Nunca trabajé como actor ni, como es evidente, soy un galán, así que no tengo la más mínima presión. Yo tengo la ventaja del feo, nadie espera mucho de uno, así que puedo sorprender.

Majul nombra la marca de ropa que lo viste desde hace años y aclara que “pago todo lo que me pongo, ellos fueron los que me estimularon a ponerme una remera, aunque me siento cómodo con un saco”.

-Aparecer en cámara con un outfit correcto habla también de respeto a la audiencia.

-Está comprobado que, ante dos personas que dicen exactamente lo mismo, una tiene mejor luz y una imagen más agradable, la gente elegirá esa opción. Eso también es parte de la competencia.

Cuidados sin obsesión y una informalidad que se contrapone al personaje televisivo
Cuidados sin obsesión y una informalidad que se contrapone al personaje televisivoMAURO ALFIERI

A la hora de cuidar su físico también entra en juego el valorar su salud: “Me cuido con las comidas y entreno. Trabajo mucho, así que para sobrellevar este nivel de exigencia tengo que tener la cabeza oxigenada y el cuerpo en forma. Como trabajo con noticias que, en muchos casos, son tóxicas, también me refugio en la lectura: desde hace años tengo la costumbre de leer dos libros a la vez”. Menciona Humanidad ampliada, de Guillermo Oliveto, y Chicago, una novela de David Mamet sobre el universo de las redacciones. “Me gusta nadar en libros”, reconoce.

Pocos saben que se llama Luis Miguel Majul. Detesta eso. No es un problema. En él, no hace falta el nombre de pila. Si Mirtha Legrand es Mirtha y Susana Giménez, es Susana, su marca, al igual que lo que sucede con Jorge Lanata, es su apellido. Majul a secas. Y punto.

Su productora

Tipo especial Majul. Su productora Margen del Mundo, ubicada donde Chacarita se cae del mapa, en un enclave atestado de talleres mecánicos, podría ser el refugio de alguien más rocker que analista político.

Un café de especialidad bien cool donde también se puede comer, el estudio de la radio Berlín y un auditorio súper bello y moderno enmarcan la planta baja del edificio cuyo primer piso está destinado a oficinas y, más arriba, su terraza es un espacio pletórico de luz.

La oficina de Majul es de la amplitud que tranquilamente llegan a tener algunos departamentos de dos ambientes. ¿O de tres ambientes? De un lado, su enorme escritorio; del otro, una mesa de reuniones. Más allá un perchero con sus trajes y un set cafetero y libros por todos lados.

Si diariamente lo acompañan dos lecturas simultáneas, en su espacio los libros se multiplican. Parecieran reproducirse en el preciso momento en el que uno está allí. Libros y más libros, muchos de ellos editados por su sello Margen Izquierdo. Sí, Majul también tiene su propia editorial que, por estas horas, está generando material macerado en textos y fotografías sobre los cuarenta años de democracia.

“Estoy viendo qué se publica y qué no, siendo muy cuidadoso. Dejo pasar muchos materiales porque considero que no están bien escritos o respaldadas sus investigaciones”. Majul también se le animó al cine documental. Sobre una de las paredes, un enorme afiche del film Yo, presidente. “Lo dirigieron Gastón Duprat y Mariano Cohn”, se enorgullece.

Tipo especial Majul. Sobre la calle Concepción Arenal, donde está ubicada su productora, organiza la feria Leer y comer, donde mixtura la presentación de escritores con la presencia de destacados chefs. “No creo que sea muy distinto al resto de la gente, pero sí es cierto que tengo muchas inquietudes”.

-Tipo especial Majul.

-No sé… Cada tanto me pregunto qué quiero, de eso se trata.

-¿Qué te respondés?

-Lo primero es querer que mis afectos estén bien y, sin ninguna vocación partidaria, quiero que el país salga adelante de este desastre inconmensurable en el que se encuentra.

Más de dos décadas de La cornisa le permitieron radiografiar a la Argentina a lo largo de su ondulante camino. El programa también cambió. “Siempre fue un espacio moderno, cuando debutamos en P&E, le pedimos a Lilita Carrió que trajera su cruz”.

-¿Qué propondrá la nueva temporada de La Cornisa en LN+ a partir de esta noche?

-El ciclo sigue ofreciendo cosas que no ofrece la abundante oferta de los programas periodísticos y las señales de noticias. Junto con el de Jorge Lanata, es uno de los pocos programas que ofrece investigaciones con profundidad.

-¿Qué contenidos tendrá la primera emisión del año?

-Vamos a tratar de responder a la pregunta de quién será el próximo presidente, mujer o varón, al menos trazaremos una perspectiva. Además, habrá una entrevista a Viviana Canosa y debutará la sección +Reflexión con Federico Andahazi. En cuanto a las investigaciones, tocaremos el caso de una ex Miss Argentina que fue tratada despectivamente por Cristina Kirchner y acusada de ser cómplice del atentado contra su vida. También vamos a mostrar un hospital, inaugurado por Cristina Kirchner, donde hoy los pacientes conviven con las ratas.

Cada tanto se filtra el título de un libro, una serie y, si alguna duda acecha, aparece su secretaría para saldar la laguna. En esa enumeración de ficciones y ensayos también menciona a Peronismo para todos, el nuevo programa de Dady Brieva en C5N, espacio que le pareció “un bodrio, pretencioso, Dady Brieva parecía cansado”.

Majul pone primera y se despacha con su pasión por el periodismo político y el análisis de la siempre crujiente realidad nacional. Se queja por el mal uso del vocabulario y la sintaxis que hacen algunos funcionarios, acaso porque en el decir se esconde el hacer o aquello que se busca ocultar. “En Rosario, Aníbal Fernández dijo ´empeñamiento´, queriéndola usar para hablar de ´empeño´, de alguien que les pone energía a las cosas. En realidad, ´empeñamiento´ tiene que ver con la acción de empeñar”.

-Freud hablaba de los fallidos en el lenguaje: quizás en Rosario, con el marco del flagelo de las bandas narcos, se esté empeñando algo.

-Para desgracia de los argentinos, seguramente mucho.

-El nombre de tu programa de TV refleja una situación permanente de la Argentina, un no poder escapar de la cornisa por la que siempre camina el país.

-Retrata el gen argentino. De hecho, siempre me costó entender por qué ganaron las elecciones Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Las ganaron de manera legítima y es obvio que ese resultado también tuvo que ver por la mala gestión de los últimos dos años del gobierno de Mauricio Macri y su política económica. Hubo un endeudamiento altísimo, pero hay un lío con eso, porque este gobierno también tiene un endeudamiento altísimo, así que no hay que comprarse buzones.

-En tal caso, un endeudamiento no justifica a otro.

-Por supuesto, pero, además, el de Macri fue para pagar otro que venía de atrás. Macri debió haber dicho qué herencia recibió. El tema a preguntarse es por qué siempre elegimos a la peor opción, pensando que eso nos va a sacar a flote.

En La Cornisa, Majul intenta que no se cierren los espacios televisivos  para los temas de investigación
En La Cornisa, Majul intenta que no se cierren los espacios televisivos para los temas de investigaciónMAURO ALFIERI

-La grieta es otro flagelo del que parecería que no se puede escapar.

-Nació con Néstor Kirchner y el conflicto con el campo. Él decidió que de un lado estaban unos y del otro, otros.

-Sensación que se profundiza cada vez más.

Jorge Lanata decía que se distanció de tres amigos sin haber tomado un café y nombró a Fito PáezAndrés Calamaro y Miguel RepRep también era amigo mío y nos fuimos distanciando. No fue por culpa de la grieta, sino porque se fue configurando una sociedad más polarizada.

Tipo especial Majul. No solo su productora propone una libre circulación del público por algunos espacios, sino que también montó una suerte de museo del periodismo. En De Walsh a Lanata, se ofrece un recorrido audiovisual repasando cuarenta años de periodismo en nuestro país.

Sobre una gran pared de Margen del Mundo, las imágenes de Magdalena Ruiz Guiñazú y Víctor Hugo Morales, entre tantísimas más. Una suerte de resistencia antigrieta, rememorando aquellos tiempos de convivencias civilizadas que se contraponen a los enfrentamientos salvajes e irracionales de hoy.

-Hoy es impensado que Luis Majul se tome un café con Víctor Hugo Morales.

-En este contexto, sin subestimar a nadie, sería perder el tiempo.

-¿Qué opinión te merece la salida de Víctor Hugo Morales de C5N?

-Te soy sincero, no le presté mucha atención. Si lo veo en perspectiva, me parece la culminación natural de una carrera un poco sinuosa. Ya lo usasron para lo que lo necesitaban y no les sirve más.

Tipo especial Majul. Desde Margen del Mundo creó la Feria Leer y Comer que ya es un clásico. 

Este año habrá una sola edición que se llevará a cabo el 1° y 2 de abril, sobre la calle Concepción Arenal al 4800 y Warnes. Como siempre sucede, se reunirán los chefs junto a renombrados escritores, y una multitud que suele colmar la calle entre puestos humeantes y charlas interesantes. “La gente lo pasa muy bien, es muy grato encontrarnos en ese contexto y charlar de manera distendida”, sostiene el periodista.

Antes de terminar la charla, adelanta misterioso una nueva buena. No quiere soltar prenda, pero reconoce que se viene algo nuevo y y muy interesante a nivel radial y deja entrever que es bajo la órbita de Margen del Mundo, profundizando el concepto de omniplataforma. “No puedo adelantar nada por confidencialidad y contrato”. Además, continúa al frente de Esta tarde por Radio Rivadavia.

Si la lectura es su pasión y una feria lo interpela en su zona más lúdica, la reflexión política aflora una y otra vez. El análisis de la realidad es una suerte de combustible que le permite generar y producir. Acaso será por eso que la Argentina le duele y le incomoda. “Para salir de la decadencia en la que estamos, de la que no se sale en cinco minutos, hay que cambiar la cabeza. Hoy, existe un divorcio, una disociación entre los que gobiernan y la sociedad”

Al ponerse de pie, dos asistentes intuyen el final de la charla con LA NACION y corren a consultarle algo. Él arremete con preguntas y confirmaciones. Saluda y sigue. No para.

TIpo especial Majul.

Fuente: Publicada en La Nación/ Pablo Mascareño / 12-3-2023

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