Por María Florencia Goncalves
En Plan B nos gusta hacer “periodismo de periodistas”, porque queremos reconocer el esfuerzo cotidiano de colegas en una época hostil para los hacedores de noticias y contenidos profesionales, en una lucha desigual con las fake news y los cambiantes algoritmos de las redes sociales.
Y para reflexionar sobre la profesión y la tarea cotidiana de contar noticias hoy lo invitamos a la redacción de Plan B, a Guido Encina, una figura del periodismo local que supo salirse de los moldes con su “Aldiome” un medio pensado exclusivamente para las redes sociales que crece en la escena local y ya es una marca registrada.
“El nuevo funcionariado actúa mucho en función de saber que tiene todo servido, sobre todo porque no viene del palo de la política”, así de picante arrancó la charla con Guido, que divide su vocación por la producción de contenidos innovadores, con una pasión igual -o mayor- por la política.
De hecho, Encina también es reconocido por otro producto que ya está instalado en el ecosistema local: “El Club de la Política”.
Encina es posadeño de Villa Sarita. Se volvió a Misiones tras 10 años en Buenos Aires donde había ido a estudiar abogacía, carrera que dejó por la mitad cuando se dio cuenta que lo que más quería era abrazar el periodismo.
Tiene una trayectoria destacada delante y detrás de cámaras. Se reconoce a sí mismo como un ejemplar propio de la Generación Y, le cuesta verse como empresario. Declara sin pruritos que quiere trascender con su producto estrella que hace más de 3 años viró la forma de contar las noticias.
“Aldiome no tiene que ver con estar al medio de la grieta, como el programa Corea del Medio, sino que está vinculado a dar vuelta a los medios de comunicación”, explica.

Medio de comunicación al revés
En boca de su creador, “Aldiome” es un medio que busca “comunicar de otra manera”.
El formato tiene alta presencia en redes, es novedoso, atractivo y se distingue desde la propia gráfica y colores, que nada tienen que ver con los estilos y paletas utilizadas históricamente para medios de comunicación.
“Yo me dí cuenta de que la gente demandaba mucho por redes sociales. Empezamos haciendo comunicación para redes sin interés de alcanzar otros medios tradicionales”, recordó Encina.
Pero una vez que cumplió ese objetivo no pudo quedarse quieto y fue por más. Hoy “Aldiome” es un medio más establecido que transmite por streaming y redes sociales y con programación propia en su canal de Youtube. Inclusive, es fuente de consulta para varios comunicadores.
La agenda de “Aldiome” tiene contenidos que van desde temáticas sociales hasta entretenimiento. “Reflexionamos sobre lo que pasa. Por ejemplo, hoy debatimos respecto de la posición de L-Gante en la mesa de Mirtha Legrand. Le dimos una tonalidad de aire fresco y también reflexión de fondo… Veíamos en las métricas de Youtube que la gente se iba sumando y hablamos una hora sobre este tema”.
“El abordaje a determinados temas siempre tiene un engagement… yo tengo 40 años y sin embargo tengo que ejercitar de manera permanente mi lenguaje. ¿Cómo se cuenta una noticia para generar la atención de un pibe que tiene desinterés de la cosa pública?… Tengo que generar la atracción en los primeros 5 segundos!”.
En cuanto al alcance en términos de usuarios o seguidores, Encina explica que prefiere ser orgánico en todas las redes, que evita pagar publicidad -en su momento trabajó con influencers y no le cerró- y que prefiere tener menos seguidores pero todos genuinos.
“Ser masivo es difícil, sobre todo porque competís contra monstruos”, afirma.
Hoy, parte del reto sigue siendo fidelizar núcleos etáreos que ya no consumen medios tradicionales: “La gente consume noticias por celular. ¿Por qué no puedo llegar ahí sin ser un medio tradicional?”.
Sumado a eso, la transmisión por Youtube implica contar con herramientas profesionales y técnicas, explicó y la pandemia fue un momento estratégico para capacitación y ahorrar para comprar herramientas para el streaming. “Hoy yo me switcheo, pongo las luces”.
“Hasta llegar a YouTube pasamos por distintas batallas: Facebook, Instagram, Tik Tok. Todos con lenguajes distintos, lo cual es complejo, pero que los jóvenes lo entienden muy bien”.
En cuanto al equipo que sostiene el formato, se trata de jóvenes con horarios flexibles definidos ad hoc, tareas afines a los gustos y preferencias de cada uno y; sobre todo, con objetivos estrictos y claros. “Yo enseño, me gusta que los chicos aprendan. Me cuesta bajar línea. La única exigencia es que sean responsables. Después podemos mejorar, trabajar en distintas cosas, pero la responsabilidad es central”.
La profesión y esos links que intrusan vidas
Sobre la realidad periodística en la provincia, Encina cree que “hay algo que nos interpela. En principio la paga, el hecho de tener gente a cargo, sobre todo porque los salarios no son buenos en una etapa súper compleja de nuestro país. Esto nos exige apelar a lo que somos y lo que fuimos cuando empezamos a trabajar en dependencia de alguien. Necesitamos una interpelación permanente”.
El individualismo dentro de la profesión es otro tema. Se declaró partidario de que la profesión no debe generar comodidad y contó que desde lo personal intenta contagiar esa mirada a sus colegas. “Creo que está bien si uno rompe moldes, rompe esquemas y se hace visible por algo que tiene que ver con la profesión”.
Haciendo un raconto apresurado, dijo que siempre tomó buenas decisiones y que “eso muchas veces tiene que ver con hacer algo propio, frustrarse, sentir que hay trabas profesionales, romperlas. Moverse y encontrar nuevas trabas… De eso se trata”.
También deslizó ciertos avatares de la profesión, entre ellos, cansarse de los procesos que uno mismo va incorporando, o bien, esa sensación de ser intrusivo al compartir contenidos: “Uno intrusa cuando mandás un link. Te desgasta”.
“Quiero trascender, ser parte de esa generación que vino a dejar algo. Hacer ese aporte. Creo que estoy haciendo algo”, define.
16-10-2022