Por Rubén Costas.

Opinión: Renovar es renovar

En diciembre de 2003 la sociedad misionera tuvo la oportunidad de encontrar una propuesta política distinta a las existentes desde 1983 y desde mucho antes, entre peronismo y radicalismo.

Si bien los propulsores de esa Renovación provenían de esas fuerzas y cada uno mantuvo su comportamiento político, por lo menos permitió salir de la cultura política predominante en los años 90, nada favorable a la economía y desarrollo provincial.

Desde entonces y con singular éxito electoral hasta este año, la Renovación fue una fuerza que, Ley de Lemas mediante, derrotó a sus competidores hasta el punto de lograr el triunfo en el 100% de los municipios en 2015. Y en buena parte de su hegemonía realizó gestiones que contaron con el respaldo popular. El logro de una marca exitosa es vital en cualquier clase de actividad, incluida la política. 

El nombre de Renovación es importante, porque induce a pensar en cambios y naturalmente genera esperanza en la sociedad, ávida de mejoras en la calidad de vida y de oportunidades de desarrollo. 

Pero algo está cambiando en la relación entre la Renovación y la comunidad misionera. Quizá ya no encuentre tal renovación, quizá se aburra de los mismos mensajes dichos con poco entusiasmo, aunque los digan dirigentes con muy buena imagen como el actual gobernador y su antecesor. Quizá hasta las gestiones vayan mejorando con el tiempo en algunas áreas del gobierno provincial.

Seguramente no es fácil ser una tercera fuerza entre los dos gigantes de la “grieta” nacional, tanto en la gestión como al momento de buscar el apoyo electoral.

Con un poco de audacia se podría renovar algunas prácticas y discursos, prestar un poco más de atención a los intendentes, que suelen estar cerca de la realidad de la gente y pueden aportar soluciones prácticas.

El camino de la innovación tecnológica y del conocimiento siempre es positivo para mirar hacia el futuro estratégicamente. Pero el presente requiere atención respecto de las realidades de cada zona provincial. Por ejemplo, la red eléctrica de buena parte del territorio es deficiente, para la vida cotidiana de los habitantes y peor aún para instalar industrias o realizar ampliaciones, que son fuente de trabajo y de mejora de calidad de vida.

Respecto del sector forestal también se requiere renovar e innovar de acuerdo a la capacidad instalada. En superficie cultivada es el más importante dentro de la actividad primaria y por lejos la más preponderante entre la producción industrial.

Con la reactivación de la demanda nacional e internacional de madera, se acentuó la escasez de destinos para la madera triturable, derivada de las cortas de bosques cultivados y de los procesos foresto industriales.

Las escalas de inversión impiden a privados provinciales realizar individualmente emprendimientos como ser plantas celulósicas, usinas de generación eléctrica con Biomasa superiores a 16 MW, y otros proyectos útiles para usar madera disponible que no tiene destino actual. Se podría pensar en acuerdos público – privados con participación del Estado provincial para desarrollar esos emprendimientos de escala y con demanda de sus productos, ante las dificultades de lograr inversores externos.

Lo dicho forma parte de mi campo profesional y ocupacional, seguramente en otras áreas también se requieren innovaciones asociadas con el capital humano y físico disponible. Hay que sacudir el árbol de las ideas y aprovechar los que tenemos a mano ahora, mientras se diagrama la provincia del futuro.

En un país tan unitario como el nuestro, es muy bueno contar con un proyecto provincial. Y la gente lo sabe, y volverá a acompañar mayoritariamente cuando haya un poco más de empatía con la realidad cotidiana, que los propios actores locales en cada pueblo conocen. Recuperar la confianza también ayudará al compromiso político, perder el miedo a hablar sin usar discursos prefabricados, que evidentemente ya no están siendo comprendidos o aceptados por los destinatarios.

*Ing. Forestal Rubén Costas. Docente Facultad de Ciencias Forestales – UNaM y productor forestal

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