Blanquean que.

Tras inversión millonaria en "fierros", admiten que el puerto podría no habilitarse nunca

Funcionarios provinciales vinculados al Puerto de Posadas empezaron a admitir públicamente lo que todo el ambiente portuario y fluvial ya sabía desde hace mucho tiempo, que la esperada puesta en marcha del Puerto de Posadas es algo que podría no suceder pronto e incluso podría no suceder nunca.

Todo esto a pesar de las inversiones millonarias que ha realizado el Estado provincial, principalmente en una grúa portacontenedores que ya fue instalada a un costo superior al millón de dólares y un moderno vehículo para trasladar por la terminal estos contenedores que salió unos 600.000 euros, además de depósitos y otras instalaciones.

Se estima que las inversiones estatales, con aportes de Nación, habrían superado los 2.000 millones de pesos.

“Tenemos un puerto donde Misiones ha puesto una fortuna de inversión propia para tenerlo operativo y no lo podemos tener operativo por cuestiones ajenas a los misioneros”, explicó el ministro de Industria y ex titular de APPSA, hace dos semanas en la Comisión de Presupuesto.

Trevisán le hechó la culpa a una normativa de Nación que impide a los busques paraguayos buscar carga en puertos argentinos, pero es algo que todo el mundo conocía desde hace mucho.

Y parte de las reglas del juego del burocrático mundo fluvial que ha significado que la Argentina haya disminuido a su mínima expresión su flota fluvial mientras que Paraguay se transformó en la tercera potencia mundial en ese rubro.

Como viene advirtiendo Plan B en distintas notas e informes, la APPSA se ha embarcado en realizar estas inversiones en infraestructura como la grúa de contenedores y un vehículo Reachstacker sin tener la seguridad de que habrá barcos que llegarán a Posadas para buscar la carga y tras rechazar en dos licitaciones a la empresa paraguaya Fénix, sin explicaciones oficiales.

Una de las varias notas que publicó Plan B, en el que expertos advierten que el Puerto de Posadas estaba mal encarado, buscando invertir en instalaciones muy onerosas sin tener un plan para reactivar la terminal, que requiere de carga y barcos, antes que nada.

Nota del 31 de diciembre pasado, donde expertos advierten que el puerto de Posadas podría no conseguir lo más importante: carga y barcos, a pesar de la instalación de maquinaria.

En el ambiente fluvial y portuario muchos señalan que las autoridades de APPSA pusieron el carro adelante del caballo.

Como consecuencia de esto, el puerto ahora ostenta una moderna grúa y un vehículo sofisticado que no tiene utilización alguna y está deteriorándose a la intemperie tras una inversión cuantiosa del Estado provincial.

En la última sesión de Presupuesto, el ministro de Industria, Nicolás Trevisán, admitió que no hay barcos que lleguen a Posadas y que todo depende ahora de un waiver o dispensa de Nación, que debería hacer una excepción y permitir que barcos paraguayos busquen la carga, algo que está prohibido por la Ley argentina que impone reserva de carga a armadores argentinos.

El tema es que prácticamente no hay armadores argentinos y esto era una situación ya conocida cuando el Estado provincial se lanzó a hacer estas inversiones sin tener un plan claro de cómo hacer para reactivar el puerto.

“No vienen buques argentinos a Posadas”, dijo Trevisán hace dos semanas cuando pasó por la Comisión de Presupuesto.

“Esta resolución nos dejó sin transporte, hicimos un puerto hermoso, todos los busques paraguayos que pasan por acá, no los podemos utilizar hoy con esa resolución, estamos buscando planes alternativos y negociaciones con Nación”, indicó el funcionario, que fue titular de APPSA pero desde hace unos meses cedió ese cargo a Ricardo Babiak.

Operador directo

Tras intentar buscar un operador directo por licitación que se encargara de buscar armadores (barcos), el Estado provincial decidió hacerse cargo de la operación del puerto de Posadas aún sin el expertise adecuado para un rubro tan complejo. El resultado ha sido que la provincia ha encarado cuantiosas inversiones sin un plan visible de reactivación del puerto, con maquinarias que se compraron, instalaron, pero sin barcos que lleguen.

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