Proyecto de Ley.

Rechazo de sectores productivos a la prohibición del glifosato: no hay un reemplazo y piden participar

Por María Florencia Goncalves

Sectores de la producción yerbatera, forestal, tabacalera y citrícola expresaron sus reparos al proyecto de ley que avanza en la Legislatura misionera y que prevé prohibir el uso del glifosato (y otros agroquímicos) en dos años desde la sanción de la norma.

Casi todas las actividades productivas de Misiones realizan un uso de este agroquímico e incluso “randapear” (en referencia a aplicar el popular Roundup de la empresa Bayer) se ha convertido hace tiempo en un verbo en la jerga chacarera de la tierra colorada.

El glifosato se utiliza en las chacras y forestaciones de la provincia para matar yuyos y malezas y los productores sostienen que la prohibición de estas herramientas afectará invariablemente “la producción y la rentabilidad”, como señaló la Asociación Maderera Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) en una carta que le envió al jefe de Gabinete, Ricardo Wellbach, el viernes. 

Fue un día después de que la Comisión de Recursos Naturales que preside Rafael Pereyra Pigerl diera luz verde al proyecto que sería tratado en el recinto en pocas semanas más el jueves de la semana pasada.

“No nos consultaron”, fue otra de las críticas que apuntaron productores y cooperativistas consultados por Plan B, que piden aportar su experiencia y sus sugerencias al proyecto para que no afecte la producción en Misiones.

El proyecto para erradicar el uso del glifosato en dos años en forma total de la tierra colorada es impulsado directamente por el presidente el jefe de la Renovación, Carlos Rovira, quien señaló en marzo que el glifosato es “uno de los venenos más nocivos que generó la industria”.

Aunque el titular de la Cámara también concedió que “sirvió para empujar un modelo de agricultura”.

Misiones ya había restringido la utilización del glifosato con otra norma  en zonas urbanas, reservas naturales y comunidades mbyá. 

Plan B reúne en esta nota las voces de los referentes de los sectores que sostienen la producción misionera y que tienen como protagonista al glifosato en sus paquetes tecnológicos desde hace años.

Las opiniones en el sector yerbatero redundan sobre una ecuación que parece ser bastante sencilla: el reemplazo del glifosato incidirá directamente en los costos y la mano de obra. 

Cristian Klingbeil, vicepresidente APAM

“No somos defensores a ultranza del glifosato. Nosotros creemos que hay que mejorar la concientización y enseñar a la gente a trabajar con los herbicidas, entender las graduaciones”, señaló Klingbeil, quien se expone a este agroquímico y también prueba en una chacra de 25 hectáreas sin utilizar estos recursos.

Cristian Klingbeil, vice de APAM, dice que en yerba puede haber alternativas, pero no en té. Produce ambos cultivos.

“No es todo blanco o negro, hay muchos grises. Y acá necesitamos analizar bien todas las cuestiones, producción por producción”, señaló el vicepresidente de APAM, quien es productor yerbatero y tealero. 

“En el té hoy no se puede descartar el herbicida. Se habla mucho de estos productos biológicos pero que alguien me diga cómo funcionó eso y qué yuyos mató en el té”, afirma.

Fabián Laban, Federación Agraria y COPROTÉ

Fabián Laban, referente de Federación Agraria en la COPROTÉ, contó a Plan B que “si sacamos el agroquímico tendremos una mejor calidad de producto, pero también el inconveniente para mantener limpio los yerbales y teales por la falta de mano de obra”. 

Para el productor de yerba, té y tabaco de San Vicente, la diferencia de costo entre comprar un producto y contratar mano de obra, es abismal para los pequeños productores. 

Considerando que el proyecto de Ley que prohíbe el glifosato en dos años más, prevé la producción de bioinsumos, varios referentes apuntan que en la actualidad no existe un bioinsumo que lo reemplace.

Algunos incluso, expresan que el bioinsumo que se está produciendo en Misiones y entregando a los sectores productivos a mansalva, es un activador foliar de la planta que sirve para absorber los nutrientes que quedan en el suelo pero, en simultáneo, activa el crecimiento de los yuyos. 

Federación Agraria Argentina- Misiones, Jorge Butiuk

Desde la Federación Agraria filial Misiones, a través de su director Jorge Butiuk, se expresaron en contra del proyecto sin un “tiempo prudencial de adaptación”

Héctor “Cacho” Bárbaro- ACTIM

En el tabaco también existen reparos a la prohibición. Héctor “Cacho” Bárbaro, titular de ACTIM afirma  que “nadie quiere usar agroquímicos, pero tenemos que entender la cuestión laboral. El colono usa glifosato porque sabe que es un veneno pero no le queda otra”.

Héctor “Cacho” Bárbaro: el glifosato es un mal necesario en la chacra, el produtor chico no puede reemplazarlo con mano de obra que no puede pagar y tampoco consigue aunque pudiera pagarla.

“Primero, el colono limpia la yerba con glifosato y sabe que durante 60 días no tiene que tocar nada.  Segundo, no consigue trabajadores y tercero, ¿qué ayuda tiene el productor yerbatero? No le dan nada. ¿Cómo yo voy a poner obreros y gente para la carpida, si a mi no me alcanza ni para mí?”, razona Bárbaro. 

Ricardo Saraceni- APTM (asesor)

Por su parte, Ricardo Saraceni, asesor de APTM (Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones), indicó que “el sentido común indica que un productor va a tener una opinión en tanto y en cuanto tenga una alternativa que pueda suplir el glifosato. Va a probar, estar de acuerdo y opinar favorablemente si tiene un reemplazante”. 

Entonces, la pregunta obligada es: “¿hay una alternativa que lo pueda reemplazar con la eficiencia que tiene el glifosato, independientemente de las demás cuestiones que están en juego, como el tema de la salud?”. 

AMAYADAP- Abel Gauto Fechner, presidente

Desde el sector forestal AMAYADAP afirmó en la carta enviada a Ricardo Wellbach que “los productos fitosanitarios son necesarios para asegurar la productividad agrícola-forestal de la provincia”. 

También pidieron ser consultados y participar del texto de la ley para que se adapte a las necesidades reales de los productores. 

“Imponer una ley, sin el análisis técnico preciso y fundado sobre las alternativas comerciales eficientes y prácticas existentes alternativas viables a pequeña, media y gran escala, afectaría muy negativamente a la matriz productiva provincial”, afirmaron, en la carta firmada por su titular, Abel Gauto Fechner, quien es ingeniero forestal.

Gauto Fechner, ingeniero forestal y titular de Amayadap. Le enviaron una carta a Ricardo Wellbach pidiendo participar en el proyecto.

“Nosotros desde APICOFOM junto con Amayadap no estamos de acuerdo con la forma de implementar esta ley sin alternativas, proponemos que la ley salga pero no implementar en dos años, sino hasta que haya un producto alternativo certificado, que no afecte tus exportaciones por este nuevo producto utilizado y ver los costos, cómo va a incidir”, señaló a Plan B, Guillermo Fachinello, titular de APICOFOM.

Guillermo Fachinello, titular de APICOFOM

Guillermo Fachinello, de Apicofom. Junto a Amayadap, piden ser consultados para el proyecto.

Carlos Iannizzotto, titular de Coninagro

“Actualmente no existe herbicida biológico alguno que reemplace al glifosato y su reemplazo por otros herbicidas de síntesis química significaría la aplicación de productos de menor eficacia y eficiencia”, señalan  Asociación Forestal Argentina (AFOA), la Cooperativa Citrícola Agroindustrial de Misiones Ltda. y la Cooperativa Agrícola Mixta de Monte Carlo Ltda., entre otras instituciones firmantes de una carta enviada a Rovira. 

Además, en la carta afirman que “las principales cadenas agroindustriales de la provincia se verían perjudicadas, generando mayores costos, caídas en la producción, dificultades para certificar bajo estándares internacionales y con ello, restricciones en los mercados comerciales internacionales, con impacto directo en el empleo y la actividad económica, entre otras posibles consecuencias”. 

Jaime Ledesma, presidente de COIFORM

Jaime Ledesma, titular de COIFORM

Por su parte, Jaime Ledesma, ingeniero forestal que actualmente preside el Colegio de Ingenieros Agrónomos (COIFORM) y también forma parte del Infopro, explicó a Plan B que, desde su mirada personal, entiende que “el proyecto no me parece para nada cuestionable u observable, sí me queda algún interrogante con la cuestión de los tiempos”. 

“Nadie en su sano juicio puede oponerse a la ley, ni focalizarse únicamente en cuestiones de rentabilidad productiva, más cuando la sociedad toda exige un ambiente mucho más saludable y en todos los foros internacionales se habla de volver a la naturaleza y la bioeconomía”.

También indicó que “la ley por sí sola no va a solucionar los problemas que hoy se tienen, si no hay algo más y se actúa fuertemente en el  territorio”, apuntó. 

Manfredo Seifert, FEDECOOP y Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo

Por su parte, Manfredo Seifert, asesor de la Cooperativa Mixta de Montecarlo, vicepresidente de la Fedecoop y consejero en Coninagro manifestó que están preocupados por “la forma autoritaria en la que la legislatura decide los destinos de nuestra matriz productiva y económica provincial”, haciendo alusión a la ausencia de consulta al sector productivo.

Manfredo Seifert de Fedecop y Coninagro: “El secto cooperativista está en contra”,

“Es preocupante la actitud avasallante con que se maneja un poder que debería ser garante de la vida democrática. Evidentemente los intereses políticos van por un camino ajeno a los problemas de los productores, está divorciada de la ciencia y el mundo actual. Algo similar ocurrió en Sri Lanka y los resultados están a la vista: destrucción de la producción, pobreza, hambruna y violencia en las calles”, detalló Seifert.

El cooperativista opina que primero se debe generar el producto biológico, probarlo y registrarlo, para recién luego reemplazar el glifosato. “Mientras esto no ocurra los productores rechazamos categóricamente la propuesta”, ultimó. 

Plan B/ 27-6-2022

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